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Noé Parga
Ver galería >Un total de 391 menores, de entre 4 y 14 años, disfrutaron en Ribadumia de una fiesta del deporte de base. Cerca de 2.000 personas estuvieron en el campo de fútbol de Leiro para presenciar las habilidades de los más pequeños sobre la bicicleta, muchas de ellas incluso pernoctaron la noche anterior en las más de 30 caravanas que allí se concentraron. El Club Ciclista Ribadumia ejerció de magnífico anfitrión de una cita que convirtió nuevamente al municipio en capital del ciclismo de montaña.
Diego Doval
Un total de 391 menores, de entre 4 y 14 años, disfrutaron en Ribadumia de una fiesta del deporte de base. Cerca de 2.000 personas estuvieron en el campo de fútbol de Leiro para presenciar las habilidades de los más pequeños sobre la bicicleta, muchas de ellas incluso pernoctaron la noche anterior en las más de 30 caravanas que allí se concentraron. El Club Ciclista Ribadumia ejerció de magnífico anfitrión de una cita que convirtió nuevamente al municipio en capital del ciclismo de montaña.
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Un total de 391 menores, de entre 4 y 14 años, disfrutaron en Ribadumia de una fiesta del deporte de base. Cerca de 2.000 personas estuvieron en el campo de fútbol de Leiro para presenciar las habilidades de los más pequeños sobre la bicicleta, muchas de ellas incluso pernoctaron la noche anterior en las más de 30 caravanas que allí se concentraron. El Club Ciclista Ribadumia ejerció de magnífico anfitrión de una cita que convirtió nuevamente al municipio en capital del ciclismo de montaña.
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Un total de 391 menores, de entre 4 y 14 años, disfrutaron en Ribadumia de una fiesta del deporte de base. Cerca de 2.000 personas estuvieron en el campo de fútbol de Leiro para presenciar las habilidades de los más pequeños sobre la bicicleta, muchas de ellas incluso pernoctaron la noche anterior en las más de 30 caravanas que allí se concentraron. El Club Ciclista Ribadumia ejerció de magnífico anfitrión de una cita que convirtió nuevamente al municipio en capital del ciclismo de montaña.
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