Tras una campaña en la que la izquierda transmitió la posibilidad de un cambio en la Xunta de Galicia, los gallegos se han expresado en las urnas para conceder la quinta mayoría absoluta consecutiva al PPdeG. Los conservadores sumaron más de 700.000 votos y el 47,3 por ciento de las papeletas, lo que le ha reportado 40 escaños. Frente al dominio popular, emerge el BNG como la alternativa, tras un crecimiento que le ha llevado a romper su techo histórico: 31,5 por ciento de los sufragios y 25 diputados.

En la cruz aparece el PSdeG, que escarba en su suelo: 14 por ciento de apoyo y nueve parlamentarios. Podría recuperar uno más en Ourense en el recuento del voto exterior, donde se ha quedado a 112 papeletas de lograr un segundo representante. Esta provincia, precisamente, se ha producido una de las grandes novedades de la noche electoral, con la irrupción de Democracia Ourensana (casi el 9 por ciento en la circunscripción y 15.300 sufragios).

*Los datos del gráfico son provisionales.

El Parlamento gallego quedará configurado con esas cuatro fuerzas. El resto de contendientes han quedado muy lejos de llegar al 5 por ciento que permite entrar en el reparto de escaños. Vox se quedó en un 2,19 por ciento, con 32.500 votos; Sumar Galicia quedó sepultado por la ola del Bloque (1,9 por ciento y 28.000 sufragios) y Podemos, tras rechazar sus bases ir en coalición con los de Yolanda Díaz, no llegó a 4.000 votos, un exiguo 0,26 por ciento que no alcanza para imponerse a los animalistas del Pacma (5.300 apoyos).

Este 18-F ha refrendado la potencia de la maquinaria electoral de los populares gallegos, que han hecho valer su implantación territorial. Con todo, el resultado ha dejado datos llamativos, como la victoria del BNG en la mayoría de concellos de la ría de Vigo —en la propia ciudad, en Redondela, Soutomaior, Moaña y Cangas—.

El fenómeno se replica, a menor escala, en la ría de Ferrol, con la victoria nacionalista en Fene y Mugardos. El Bloque también exhibe fortaleza en el triángulo Allariz, Vilar de Santos y Verea y en O Grove y Catoira.

Mientras que el PSdeG solo logra algunas muescas en un mapa pintado de azul PP. En la provincia de Ourense, los socialistas se impusieron en Entrimo y Calvos de Randín, mientras que en la de Lugo fueron primera fuerza en Ribeira de Piquín, Negueira de Muñiz y Pedrafita do Cebreiro.