El astillero vigués Construcciones Navales Freire cerrará el año con la firma de cuatro buques más, con lo que alcanzará una cartera de pedidos de 11 embarcaciones, lo que le permite asegurar la carga de trabajo hasta el año 2011. El astillero está estudiando la posibilidad de decidirse entre unidades supplays, sísmicos u oceanográficos, dentro de la nueva línea de construcción en la que ha decidido orientar la actividad.

El astillero mantuvo ayer una jornada de amplia actividad para seguir cumpliendo con el contrato de ocho barcos que firmó en 2005 para la compañía inglesa Carisbrooke Shipping. En la jornada de ayer, con la presencia de una amplia presencia de la armadora, procedió a la entrega del "Victoria C", que es el cuarto de la serie; al amadrinamiento del buque "Nicole C", el quinto, y a la botadura del "Paula C", que es el sexto de la serie, y que amadrinó la hija del presidente del astillero, Paula Freire, que dio nombre al barco.

Tras esta múltiple actividad llevada a cabo en la mañana de ayer en los dos centros de trabajo del astillero Freire, queda pendiente la construcción de las dos últimas series, que en total se acercan a los 100 millones de euros. El final del pedido está previsto para la Semana Santa de 2008.

Estos barcos tienen una eslora de 89,90 metros y una manga de 14,50 metros y la velocidad es de 13 nudos. La dotación está prevista para 8 tripulantes.

El presidente del astillero, Jesús Freire, explica que estos barcos van a ir destinados a las autopistas del mar de la Unión Europea. "Muchas de las veces sales desde el Mar Báltico y terminan en Chipre. El 90% del tráfico lo realizan por las costas europeas y realizar todo tipo de transporte, especialmente de portacontenedores, que comparten con mineral. Son barcos "trampa", que hacen de todo", matiza.

Al margen de este pedido, Freire está dedicado en la actualidad a la construcción de barcos supplays, y seis barcos de alta potencia. Aunque una de las estrellas del astillero vigués, que hará historia, se centra en la construcción de un buque oceanográfico, después del éxito del Sarmiento de Gamboa. Costará más de 42 millones de euros y tendrá 70 metros de eslora y 14,20 de manga e irá reforzado contra hielos, ya que su actividad está previsto que la desarrolle en el Ártico y en el Antártico.

Este innovador buque oceanográfico, que tendrá una autonomía de 10.000 millas, estará dedicado a investigar los lechos marinos, para lo que irá dotado de un submarino que estará tripulado por cinco personas.

Mientras tanto, Freire ultima la firma de cuatro nuevos contratos que le permitirán asegurar una cartera de pedidos hasta 2011. Son cuatro unidades que serán elegidas entre embarcaciones de los tipos supplays, sísmicos u oceanográficos y que supondrán aumentar la cartera en 200 millones de euros, ya que cada uno de ellos tendrá un coste de unos 50 millones de euros.

El astillero Freire cerró ayer un frenético fin de semana en tres astilleros de la Ría de Vigo, ya que el pasado viernes Barreras botó un portacontenedor y Metalships un offshore, ambos con un coste de 120 millones de euros.