Despejado un horizonte de cuatro años más en Moncloa, el Ejecutivo de Pedro Sánchez ha recuperado sus planes económicos y así se lo ha hecho saber -48 horas después de las elecciones generales- a Bruselas. Allí envió este martes su Programa de Estabilidad 2019-2020, en el que recupera una medida tan impopular como gravosa: el tarifazo al diéseltarifazo. En realidad, el primero de ellos, porque la intención del Gobierno pasa por equiparar en impuestos al gasóleo y la gasolina. En primera instancia, el precio del diésel se elevará en 3,8 céntimos por litro a partir de enero 2020, lo que se traduce en un alza directa de casi un 3%; es prácticamente el doble de la inflación prevista.

Se sumará a la equiparación en toda España del llamado céntimo sanitario,céntimo sanitario una medida que no tuvo impacto en Galicia, donde ya se aplicaba en su tope máximo (4,8 céntimos), y que permitirá a cierre de año un incremento de la recaudación en 342 millones de euros. La subida de impuestos al diésel que el Gobierno prevé aplicar para el próximo enero pesará especialmente sobre los conductores gallegos, ya que casi un millón de los turismos que se desplazan por las carreteras de la comunidad utilizan este combustible. Representan un 66,7% del total, un porcentaje que solo Castilla-La Mancha supera, según los últimos datos de la Dirección General de Tráfico (DGT).

El plan enviado a Bruselas limita eso sí la aplicación del tarifazo del vehículo. "La tributación que recae sobre el gasóleo de uso profesional y el gasóleo bonificado no sufrirá variación alguna, al objeto de otorgar a sus usuarios un mayor tiempo para que se puedan adaptar en el desempeño de su actividad económica al uso de otros productos menos contaminantes y que, por añadidura, durante dicha adaptación su competitividad no se vea mermada", dice textualmente el apartado calificado como de "tributación verde". Transportistas o maquinaria agrícola no sufrirán por tanto, y de momento, ningún alza en las tasas, en espera de que se muden a otro tipo de combustibles que sean más limpios.

A día de hoy al litro de gasolina se le aplica un gravamen de 40,25 céntimos, frente a los 30,7 del gasóleo. Esta diferencia desaparecerá. "Esta medida [el alza de esos 3,8 céntimos] pretende iniciar la senda para equiparar progresivamente la fiscalidad del combustible diésel y de la gasolina, en línea con las recomendaciones internacionales", admite el documento de 134 páginas enviado a la Comisión Europea. Y, en contra de la crítica de los usuarios, el Gobierno matiza: "No persigue un fin recaudatorio per se, a través de una correcta internalización de externalidades negativas". En definitiva, los usuarios de vehículos a gasóleo termirán pagando 5,2 euros más que ahora por llenar un depósito medio de combustible.

Plácet

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Al respecto de los planes económicos, la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) considera que el escenario macroeconómico del Gobierno "es prudente en su conjunto, teniendo en cuenta los supuestos exógenos y las políticas definidas". Así lo refleja la institución en el Resumen Ejecutivo del Informe sobre las Previsiones Macroeconómicas de la Actualización del Programa de Estabilidad (APE) 2019-2022, publicado ayer en su página web. Airef destaca que las hipótesis básicas que sustentan el escenario macroeconómico que acompaña a la Actualización del Programa de Estabilidad "se consideran en su conjunto factibles".

Para la institución, la composición del crecimiento, apoyado en la demanda interna, "resulta verosímil", aunque destaca la presencia de un sesgo "al alza" en la aportación de sector exterior, en detrimento de la demanda interna. El informe también resalta que el Gobierno ha proporcionado "un mayor detalle" sobre los flujos de rentas de los sectores institucionales; y que, en línea con las mejores prácticas internacionales, el Programa de Estabilidad incluye un estudio propio de los errores de las proyecciones macroeconómicas en ejercicios pasados.