Ya no queda ninguna duda de que el Gobierno está trabajando en una reforma del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). La ministra de Hacienda confirmó ayer que es una de las cuestiones en negociación con Podemos para la aprobación de los posibles presupuestos del próximo año y que los cambios se centrarán en los tramos más altos, a partir de los 140.000 o 150.000 euros. Hasta ahí lo conocido. Pero María Jesús Montero avanzó también que la medida, todavía "en los ajustes", implicaría un alza del tipo de "tres o cuatro puntos". Con lo que el máximo, del 48% en estos momentos, llegaría hasta el 52%. "Podemos apurar los márgenes que están en ese rango y teniendo en cuenta que nos separa aún una diferencia con los países de la zona euro", aseguró durante una entrevista en la Cope. Montero admite que el peso de estos contribuyentes es pequeño en los ingresos del principal impuesto del sistema fiscal español, así que la subida para las arcas públicas no será "significativa". En Galicia hay alrededor de 3.300 contribuyentes para los que aumentaría la presión tributaria. Representan solo el 0,27% de los declarantes del IRPF, aunque aportan uno de cada diez euros de la recaudación en la comunidad.
Es difícil saber el número exacto de afectados en caso de que la modificación vaya adelante y haya cuentas en 2019. Las estadísticas oficiales no identifican el grupo que iría entre los 140.000 y los 150.000 euros de renta. Sí lo hace a partir de ese importe: hay 3.011 entre 150.000 y 601.000 euros anuales y 321 que superan los 601.000. Los primeros declararon en la campaña del IRPF de 2017 un total de 243,3 millones de euros, una media de 80.884 euros. Los de mayor tramo, con cerca de 570.000 cada uno, sumaron 182,8 millones de euros. Entre ambos tramos, la cuota resultante de la declaración del IRPF ascendió a 426,1 millones de euros, según los datos de la Agencia Tributaria.
Coincidiendo con la recuperación de la economía, en los tres últimos ejercicios liquidados por el fisco, los contribuyentes en esas franjas de ingresos se dispararon un 47%. En 2013 eran 2.376. Aún así, la cifra todavía no alcanzó el máximo registrado en la campaña del IRPF de 2007, cuando los contribuyentes de más de 150.000 euros se situaban en 3.952, un 18,6% más (620 declaraciones) que una década después.
Ante las críticas suscitadas por el giro en el IRPF y la intención del Ejecutivo de elevar la carga impositiva del diésel o rebajar las deducciones de Sociedades, la ministra de Economía y Empresa defendió ayer la necesidad y la oportunidad de hacerlo. "Si hay un momento en el que toca subir los impuestos es ahora", apuntó Nadia Calviño, que se agarra al crecimiento "robusto" de la economía y descarta que el alza vaya a repercutir en las clases medias y los trabajadores.