En el primer caso destacan infraestructuras y servicios que en su día fueron importantes en el municipio estradense y que por ello se consideró que era necesario señalizar para que todos encontrasen el camino hacia ellas. Es el caso del matadero comarcal, un referente en la zona que terminó cerrando entre polémica. De aquella infraestructura hoy solo quedan los muros como recuerdo, ya que tras su cierre fue saqueado en varias ocasiones. Sin embargo, las señales siguen indicando la dirección en la que se encuentra por si algún incauto decide ir a contratar sus servicios.