Aurelio Estévez se ha convertido en el nuevo entrenador del Domaio después de que esta misma semana la directiva del club moañés acordase la destitución de Javi Tenorio y recurriese a un hombre que ya conoce la entidad a la perfección. Los malos resultados del conjunto moañés han desencadenado la salida de Tenorio en el que era su segundo año al frente del equipo de O Morrazo. Los rojillos son penúltimos en la Primera Autonómica con solamente 13 puntos en su casillero cuando restan 14 jornadas para la conclusión del campeonato.

Estévez, de 51 años de edad, es uno de los clásicos de los banquillos morracenses. Dirigió durante doce temporadas al Beluso y luego estuvo otras ocho en el Domaio, al que llevó incluso a la Preferente Autonómica Sur, antes de ser destituido por una crisis de resultados. Luego emprendió una aventura en el Rápido Bahía de año y medio antes de dimitir en marzo del año pasado por diferencias con la junta directiva. Desde entonces se encontraba sin equipo en lo que había anunciado prácticamente como una retirada del mundo del fútbol.

"Tuve muchas dudas porque estaba tranquilo fuera del fútbol, pero la insistencia del presidente acabó convenciéndome", afirma Estévez, que asume las dificultades de la empresa en la que se ha metido. "Es muy complicado. Lo único que podemos hacer es intentar subir dos o tres puestos, hasta ser quintos por la cola [esa posición la ocupa el Erizana con 18 puntos]. La sexta está complicada [el San Martín con 21] y la séptima es imposible [el Atlético Cuntis con 28]", señala. Eludir las dos plazas de descenso y los posibles arrastres que habrá por la caída de equipos de Segunda B, Tercera y Preferente es el objetivo.

En el Domaio quedan aún algunos futbolistas de los que Aurelio Estévez ha tenido a sus órdenes en algún momento y al resto los conoce de haberse enfrentado a ellos o por referencias directas. Con todo, la plantilla se ha quedado bastante reducida por las marchas de algún jugador y las bajas, por lo que el preparador apostará por buscar refuerzos. Además de Javi, un delantero procedente de competición de veteranos, también ha llegado Anxo, jugador de banda o mediocentro con pasado en Cruceiro y Rápido Bahía. Pero la idea es que pueda haber más incorporaciones, como la de un jugador de banda más, un delantero y si es posible, un central o mediocentro.

La prioridad es frenar la sangría defensiva en el conjunto más goleado de la categoría, con 47 tantos encajados en 20 jornadas. "Así es imposible estar mejor clasificado. Hay que hacerse fuerte atrás y no cometer errores para poder salir de ahí", asegura el preparador, que también tendrá por delante una labor psicológica. "Hay que hacer borrón y cuenta nueva aunque no sea fácil, porque cuando estás en una dinámica de derrotas te afecta", sentencia.