Álex Otero ha vuelto a su rutina de entrenamientos. Después de hacer doce kilómetros por la mañana se prepara para unas series por la tarde en las pistas de atletismo del campos universitario de Ourense. Se ha trasladado allí con su pareja de manera temporal mientras finalizan las últimas pruebas sobre su enfermedad y se decide si debe continuar con algún tipo de tratamiento. "Tengo una resonancia en diciembre y después decidirán si tengo que tratarme. Puede que incluso tenga que ir a Alemania debido al tipo de tumor que era", explica al tiempo que se muestra esperanzado. "Hubo momentos muy duros pero lo más complicado ya está pasado", afirma Otero.

La alegría y el optimismo invaden al atleta estradense después de meses de dura lucha contra una enfermedad denominada Cordoma, un tipo raro de sarcoma que se manifiesta como un tumor en la parte alta de la columna vertebral que impide ver con normalidad y provoca mareos y cansancio. Otero fue diagnosticado el 15 de julio pero tuvo que pasar casi dos meses hasta ser operado, el 13 de septiembre. "Me dijeron que me tenían que operar pero era una operación muy complicada, así que tenía que esperar a septiembre para que estuviesen los cuatro cirujanos que tenían que intervenir. Fue duro porque inicialmente no me dieron tratamiento y tenía que pasar el día a oscuras o con muy poca luz. No podía conducir, me cansaba mucho y cada día iba a peor. Al final terminaron dándome un tratamiento con el que mejoré un poco", recordó el estradense.

El siguiente paso fue una intervención en la que le extirparon el tumor y en la que todo salió perfecto a pesar de la peligrosidad de la zona y de la amenaza de quedarse incluso en silla de ruedas. "El postoperatorio fue duro pero después de darme el alta la verdad es que recuperé muy bien", afirma. La buena noticia llegó a mediados de octubre, cuando le comunicaron que el tumor extirpado era benigno. "Ahí me dieron el alta completa y pude volver a correr. La verdad es que pensé que me iba a costar mucho más volver a ponerme en forma. Lo importante es que puedo volver a disfrutar de mi vida y de las carreras. Es cierto que tras pasar algo así valoras mucho más lo que tienes", explica.

Tras un mes de preparación, Otero regresó a la competición el pasado fin de semana con su participación en la XXI Carreira de San Martiño de Bueu. Fueron cerca de seis kilómetros con un tiempo de 23:53, siendo el 34 sénior en llegar a meta. Lo más importantes para el atleta estradense fueron las sensaciones, que poco a poco se empiezan a parecer a las que tenía antes de caer enfermo.

Más allá de los resultados deportivos, Otero valoró y agradeció los numerosos apoyos que ha recibido en los últimos meses, tanto de su pareja y familia, como de sus amigos y compañeros del Atletismo A Estrada. "La gente se volcó mucho conmigo y también se preocuparon. Incluso gente que no conocía mucho se interesó por mí. Ver por ejemplo a todos mis compañeros de equipo con camisetas dándome ánimos es algo muy bonito", reconoce.

Mientras disfruta de su recuperada normalidad y a la espera de lo que le deparará su tratamiento, Otero no parece dispuesto a sacarse los tenis de correr. Tiene previstas carreras casi todos los fines de semana de los próximos dos meses. Seguirá corriendo hasta que alguien diga lo contrario, lo mismo que lleva haciendo desde aquel día a mediados del pasado mes de julio.