Mañana domingo (12.30 horas) el Aquitania Asmubal recibe al Culleredo, dada la particularidad del calendario dispuesto por la Federación por la situación covid, y que supone medirse al mismo equipo en dos jornadas consecutivas. El objetivo, acotar el espacio y la afección en el supuesto de que aflorase algún positivo.

Pero la novedad, a última hora y por acuerdo interno de la directiva meañesa, tanto hoy sábado para el Asmubal-Sar femenino de División de Plata (anunciado para las 18 horas de esta tarde en Coirón) como mañana en el masculino, los dos partidos se disputarán a puerta cerrada por la situación covid. Xunta y federaciones tenían implementado un aforo de 60 personas para el pabellón de Coirón, pero al final el club ha renunciado a ello, anticiparse e ir un paso por delante en cuanto a minimizar riesgos.

“Sabemos que renunciar a ese público –explica la presidente Silvia Lobato–, aunque fuera poco, nos puede suponer dejar de ingresar en torno a 250 euros el fin de semana, pero ante la situación nuestra postura ha sido anteponer la seguridad”.

Desde el club se lamenta la indefinición en que se mueve el deporte: “No sabemos qué hacer –admite la presidenta-, a donde ir, tenemos jugadoras que vienen de Porriño, Pontevedra, Santiago y Vigo, pero no sabíamos se iban a poder salir por los confinamientos perimetrales, si compartir vehículo porque algunas son muy jóvenes y no conducen”. Cierto que el club Asmubal la posición es unánime en pro de parar la competición “sería lo más sencillo y mejor para todos”, reconoce Silvia Lobato.

En cuanto al partido propiamente dicho que los meañeses juegan mañana ante Culleredo, el técnico Víctor Garrido advierte de que “la clave será parar el uno contra uno que plantearán por el centro, lo que nos supuso problemas en Culleredo, y en nuestro ataque dar con alternativas para salir de su defensa”.