El duelo de necesidades entre Céltiga y Ribadumia ha servido para desequilibrar las mismas. El solitario tanto de Rubén Cerqueiras hizo que el Ribadumia haya puesto punto y final a una racha de cuatro derrotas consecutivas hurgando además en la herida de un conjunto de A Illa cuyas carencias ofensivas volvieron a saltar a la luz.

Se esperaba un partido intenso en su desarrollo y los primeros minutos certificaron lo esperado. Un Céltiga que presionó desde muy arriba y un Ribadumia que no se vio sorprendido por el plan del rival.

En esa ida y vuelta fueron los de A Illa los que amagaron primero con un mano a mano que desperdició Álex Fernández tras un buen servicio de Javi Ben. Sin embargo, ni 30 segundos necesitó el Ribadumia para disponer de una situación aún más clara. Fue en una perfecta maniobra técnica de Pablo Mota que pintó el pase para quedarse solo y disparar a placer poco antes del punto de penalti yéndose el balón por muy poco.

De ahí se pasó a una fase de mayor tranquilidad en las áreas con ambos conjuntos discutiéndose el dominio, pero poco tardó en llegar una nueva catarsis. Primero fue el área visitante la que tembló con una perfecta combinación de los de Manolo Núñez. Juanín cambió el juego hacia la banda derecha y la sociedad Nico-Santi terminó con un servicio al primer palo que Javi Ben cabeceó fuera por poco.

Curiosamente un minuto después llegó el 0-1 cuando Cerqueiras recogió un balón en el costado derecho para habilitar el desmarque de Gabi que, tras regatear a Toño en su salida, remató al palo, pero al rechace apareció providencial Cerqueiras para marcar a placer.

No tardaron en reaccionar nuevamente los locales y Capi cabeceó fuera un excelente servicio de falta directa de Pablo Pillado. Incluso la posibilidad de empate fue aún más clara en una pelota que recogió Álex Fernández en el segundo, pero no acertó a resolver ante la buena maniobra de achique de Ángel Expósito. La primera parte culminó con dos acciones para los de Luis Carro. Primero con un volea alta de Miguel Vázquez y una posterior combinación entre Mota y Aarón que no resolvió el delantero.

En la segunda parte el ritmo de partido bajó considerablemente. El Ribadumia no estaba dispuesto a arriesgar lo más mínimo mientras que el Céltiga se descosía a medida que crecía la ansiedad. Con el paso de los minutos, los de Manuel Núñez fueron acumulando jugadores en el frente de ataque, pero sin encontrar nunca la claridad necesaria para crear situaciones de verdadero peligro.

Por contra, los aurinegros dispusieron de varias situaciones de campo abierto que no supieron gestionar. Algunas erráticas decisiones le impidieron restarle emoción a los últimos minutos. Sin embargo, sí supieron maniatar a los de A Illa para que el partido apenas contase con continuidad para aumentar las probabilidades de alterar el marcador.

Ahora el Ribadumia respira a costa de dificultar un poco más la situación de un vecino que suma su tercera derrota seguida.