Pablo Coira (Vilagarcía, 1979), dirige el Campus de Fútbol que lleva su nombre y que reúne a un gran número de jóvenes de edades comprendidas entre los 6 y los 14 años, algunos de ellos llegados del resto de España e incluso cuatro extranjeros, aunque la mayoría son de O Salnés.

- ¿Cómo surgió la idea de crear un campus?

- Mi hermano y yo lo llevábamos pensando desde hacía años, pero al estar en el extranjero no pudimos hacerlo hasta 2012. La primera edición salió bastante bien. Se apuntaron más niños de los que esperábamos y muchos quedaron fuera. Quedamos muy contentos con ellos y los entrenadores y por eso lo ampliamos a 230 plazas.

- ¿Ha pensado en contar con algún futbolista de élite para participar en el campus?

- Sí, algunos ya lo han hecho, como Dani Abalo, pero en estas fechas no es fácil porque están en sesiones continuas de pretemporada. Lo intentaremos, pero no queremos que la referencia sea esta, sino la preparación que los niños puedan tener a través de nuestras actividades, tanto en lo que se refiere al fútbol como a la vida.

- ¿Qué aprenden los niños?

- Muchas facetas, son jornadas muy intensivas: ejercicios con balón, técnicos. Al ser aprendizajes continuos captan los conceptos mucho antes. Pero lo fundamental es la convivencia. Los cuatro niños que traje de Dubai, por ejemplo, el primer día solo se relacionaban entre ellos en inglés, pero al segundo cada uno ya andaba con un grupo diferente e intentando aprender español. Eso es una maravilla.

- ¿Cómo decidió dar el paso de colgar las botas y pasar a dedicarse al fútbol base?

- Todavía me siento futbolista, pero las cosas para jugar al fútbol a día de hoy están muy mal. En Primera o Segunda es muy difícil poder jugar y no tengo motivación suficiente para hacerlo en 2ªB. Si surgiera algo, podría volver a jugar.

- ¿Qué le aportan los niños a usted?

- Aprendo de todo. No estaba acostumbrado al contacto con niños y es muy enriquecedor sentirte entrenador y ver que les llega el mensaje que les inculcas. Mi aprendizaje adquirido como futbolista se lo traslado ahora a ellos.

- ¿Hubo algún entrenador que le marcase especialmente?

- Es difícil de decir. Mi carrera ha estado marcada por los cambios de equipo. Trabajé con Víctor Fernández y Lotina, pero no puedo decir que me marcasen. No llegué a disponer de estabilidad profesional con ellos. En mi caso todo lo que he conseguido ha sido por mis méritos.

- ¿Ha hecho amigos en la élite?

- Sí. Cada año haces tres o cuatro y algunos de futuro. Me llevo muy bien con José Manuel Pinto, Goran Djorovic, Albert Celades o Everton Giovanella.

- ¿Cuál fue el mejor rival al que se haya enfrentado?

- Zidane o Roberto Carlos. Los tuve por mi banda a ambos. Era muy difícil jugar contra ellos.

- ¿Qué futuro espera a Pablo Coira a corto plazo?

- Volver a Dubai a preparar a los niños. Eso es todo lo que sé. No descarto jugar allí, pero es muy difícil. Los clubes solo admiten a tres extranjeros. Quiero seguir cerca del terreno de juego, aunque no me planteo a corto plazo entrenar a equipos profesionales. Tengo mucho que aprender todavía.