La de Moto2 fue una carrera bien distinta a la de MotoGP, se podría resumir en tres palabras: ritmo, ritmo, ritmo. Ese fue el que impuso Alex Márquez (Estrella Galicia 0'0 Kalex) cuando tuvo la oportunidad y a partir de entonces se encaminó con un pilotaje casi perfecto en pos de su segunda victoria consecutiva de la temporada. De no ganar desde Japón en 2017 a hacerlo dos veces seguidas, lo que además le mete de lleno en la pelea por el Mundial tras el discreto cuarto puesto del líder, el italiano Lorenzo Baldasarri (Kalex), y eso que pudo ser peor pues salió decimoquinto.

El piloto español ha resaltado que ha tenido que ser "inteligente" para ganar la carrera, en una cita que ha salido "a la perfección" y en la que tuvo que "esperar, controlar y marcar el ritmo".

"Hoy era una de esas carreras en las que tenía que ser inteligente. Lo que quería era guardar neumático; se guarda bastante si vas detrás, con el rebufo puedes ganar 3 o 4 décimas en la recta y no abrir tanto gas. He controlado la carrera, no esperaba hacer un 'gap' tan grande porque estábamos todos muy igualados. Tocaba hacer una carrera así, de esperar, controlar y marcar ese ritmo", señaló a DAZN.

En su mejora han tenido mucho que ver el jefe de mecánicos David García y el 'team manager' Joan Olivé. "Me han hecho cambiar la mentalidad, creer en mí mismo, y gestionamos muy bien los FP. Me pedían una carrera así, de esperar y atacar; he tenido que atacar un poco antes, pero todo ha salido a la perfección, y es en gran parte gracias a ellos", concluyó.