El plan de Berizzo de defender con la pelota, buscando el marco rival, la exigua renta obtenida en Balaídos se cumplió a la perfección. Salvo los últimos quince minutos de primer tiempo el Celta, gobernó el partido con solvencia, presionando y robando rápido primero en campo contrario, resistiendo con rigor el asedio de los de Shalimov cuando el Krasnodar echó mano del juego directo para llegar al portal de Sergio e inclinando finalmente la balanza en el momento preciso con dos cuchilladas de Hugo Mallo y Iago Aspas que dejaron al rival sin respuesta.
Un impecable ejercicio de madurez futbolística el firmado por el conjunto vigués, que leyó en cada momento las necesidades que requería el partido y encontró la respuesta adecuada a cada uno los problemas que le planteó su oponente. La guinda a la tarta la pusieron Mallo y Aspas, dos chavales criados en A Madroa, con dos excelentes goles que dan lustre a otra noche mágica de un equipo que se ha propuesto hacer historia y está en camino de conseguirlo.
De momento el Celta ha igualado su techo histórico en Europa, logrado por el gran equipo del cambio de siglo que lideraron gente como Karpin, Mostovoi y el propio Berizzo, que ya tiene por derecho propio un lugar de privilegio en la historia de este club.
El preparador argentino ha devuelto al Celta al mapa del fútbol europeo y lo que clasificado por dos temporadas consecutivas para las semifinales de la Copa del Rey, pero sobre todo ha convertido al equipo celeste de nuevo en un hermoso escaparate de valentía y finura. Renueve o no -el club debe iniciar ya una ofensiva para retenerle-, todavía le queda camino por recorrer esta temporada.
un inicio prometedor
El inicio de partido del Celta fue según el plan trazado. Con toda la artillería sobre el césped, el cuadro celeste entró en el choque muy enchufado y se desplegó en campo rival para robar rápido la pelota e intentar buscar con velocidad el marco de Sinitsin, sustituto ayer del lesionado Kristyuk. Aunque los rusos se acercaron un par de veces al portal de Sergio sin demasiada sensación de peligro, fue Pione Sisto el que dio el primer aviso serio tras limpiar al gigantón Martynovich, recortar hacia dentro para perfilar el disparo y descerrajar un trallazo que el portero ruso envió a la esquina con una gran parada.
Durante la primera media hora, los celestes, que salieron con todo de medio campo en adelante y la novedad de Fontás -que contribuyó a dar limpieza a la salida de la pelota- en el centro de la defensa, se defendieron atacando.
15 minutos de asedio
La imposibilidad de gobernar el partido raseando el balón propició que el Krasonodar cambiase su estrategia de ir a buscar a los celestes de igual a igual. El equipo ruso buscó el área celeste con balones largos y altos y dio algunos quebraderos de cabeza a la defensa, que resistió el asedio con rigor táctico y buena colocación para sujetar las embestidas de los rusos, que tuvieron en el uruguayo Pereyra y en el sueco Claesson a sus dos hombres más peligrosos. Con rigurosa ocupación del espacio y solidaridad en las ayudas, los de Berizzo capearon son solvencia el temporal. Sergio atajó con seguridad todos los balones que le llegaron.
golpe mortal
El escenario perfecto de partido se le presentó al equipo de Berizzo en el inicio del segundo tiempo, antes de que el Krasnodar tuviese la mínima oportunidad de hacerse con el control del partido. La jugada la inició Pablo Hernández, cuyo regreso dio mucha consistencia y control del juego al equipo, prolongando por banda derecha un balón que Guidetti, desde el lateral del área grande, filtró al punto de penalti hacia Aspas. El moañés falló en el remate pero el rechace, tras pegar en Naldo, quedó muerto en el área y Hugo Mallo, llegando como un ciclón desde atrás, envió con violencia el balón al fondo de las mallas. Una puñalada mortal de necesidad la que el Krasnodar no pudo ya recuperarse.
impecable gestión
El gol de Mallo convirtió el partido en una pesadilla para los de Igor Shalimov, que intentaron echar el resto pero se encontraron con un Celta que gestionó de modo impecable su ventaja. A ello le ayudó el enorme trabajo de Pablo Hernández, uno de esos tipos que se hacen notar cuando faltan, y extraordinario despliegue del incombustible Radoja, que suma ya esta temporada casi 3.100 minutos de calidad sobre el verde. Pero también el rigor y la pulcritud de los centrales (ambos intachables) y el filo de Aspas y Guidetti, que dieron la puntilla al rival justo cuando amagaba con reaccionar.
el eurocelta más de casa
El perfecto ejercicio futbolístico de sabor canterano firmado ayer en Rusia devuelve al Celta a la primera línea del escaparate europeo como referente del fútbol ofensivo, igualando el hito conseguido durante tres temporadas consecutivas con Víctor Fernández, solo que esta vez lo ha logrado con cuatro jugadores de la casa sobre el campo y dos goleadores de cuño propio.
