Los niños maduran desde la igualdad

En el hogar no hay tareas de hombres o mujeres, y esa es la lección aprendida por los escolares

Manuel Méndez

Manuel Méndez

Corresponsabilidad, igualdad, solidaridad, complicidad y generosidad. Todos ellos términos que pudieron entender los alumnos de 5º y 6º de Educación Primaria en el colegio de Baño-Xanza, en el Concello de Valga.

Unos jóvenes estudiantes que se llevaron a casa una lección de vida con la que deben madurar para convertirse en hombres y mujeres tan libres como iguales.

Roles de género

Esta vez pudieron aprender participando en divertidas pruebas con las que desterrar para siempre algunos de los “roles de género más implantados en el ámbito familiar y doméstico”, explican en el Concello.

Esas pruebas, que enfrentaban a equipos mixtos de estudiantes, consistían en ir a la compra ajustándose a un presupuesto limitado, hacer la cama, doblar la ropa, poner la mesa, cambiar los pañales a figurados bebés, barrer, realizar trabajos de bricolaje y, en definitiva, reproducir diferentes tareas domésticas que forman parte del día a día en cualquier hogar.

De este modo aprendieron que en las cosas de casa no hay trabajos reservados a la mujer ni nada que el hombre deba dejar de hacer por el hecho de serlo.

Con el CIM

Dicho de otro modo, que el Concello de Valga y el Centro de Información á Muller (CIM) quisieron, con esta actividad, promover un reparto equilibrado e igualitario de las labores del hogar.

La prueba permitió analizar “quién tomaba a iniciativa a la hora de hacer cada cosa” e invitaba a los alumnos a “reflexionar sobre cómo están repartidas las tareas de sus propios hogares”.

De este modo pudieron comprobar por sí mismos que hay roles de género que se resisten a desaparecer. Y que está en sus manos lograr que esto cambie, tanto ahora, en sus hogares actuales, como en los que ellos mismos formarán el día de mañana.

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