Aunque el tiempo no acompañó, la celebración de la ruta de tapas Pinchanogrove volvió a ofrecer resultados francamente interesantes, contribuyendo a subir la temperatura del termómetro festivo en vísperas de Semana Santa; un período vacacional que tiene siempre enorme repercusión en la economía del Concello de O Grove.
En cierto modo, puede decirse que Pinchanogrove apagó sus fogones, por lo que habrá que ir pensando ya en la edición del año que viene. Pero en realidad, esos y otros muchos fogones van a permanecer encendidos y a funcionar a todo gas en el municipio meco, dada la gran afluencia de turistas que se espera y el tirón que ejerce la cocina de esta localidad.
Atrás quedan 17 días de pinchos en una docena de locales colaboradores, actuaciones musicales, concursos, las visitas a la batería militar de Puerto Cuaces y los disfraces que muchos clientes no dudaron en ponerse para animar aún más el ambiente.