El Ayuntamiento de Ribadumia instalará tres sensores para contabilizar el agua que pasa por otros tantos puntos de la red municipal. La finalidad es conocer los caudales que discurren por cada una de esas zonas y detectar, de ese modo, eventuales fugas en la infraestructura de abastecimiento.
La administración municipal saca a concurso la obra civil y el suministro de los equipos, que son contadores de grandes consumos. El primero de ellos se colocará a la salida del depósito municipal de Cruceiro Vello, que es donde la red se bifurca en dos ramales principales, que llevan el agua hacia las zonas norte y sur del municipio. Los otros dos sensores se colocarán en cada una de estas bifurcaciones.
De este modo, el Ayuntamiento podrá saber qué porcentaje del suministro que ha salido del depósito de Cruceiro Vello llega a su destino, y qué parte se pierde en el camino debido a eventuales roturas en las tuberías, que a menudo pasan desapercibidas durante muchos años.
El estado de las infraestructuras hidráulicas municipales es en general muy mejorable, tal y se constató con las auditorías financiadas por la Xunta
Las empresas interesadas en participar en este concurso público tienen de plazo hasta el 6 de octubre para presentar sus ofertas. El precio de licitación asciende a 49.500 euros, y la empresa que resulte finalmente adjudicataria dispondrá de un plazo de tres semanas para realizar los trabajos.
De este modo, el Concello podrá saber con más exactitud qué porcentaje del agua que reciben de la red general de la Mancomunidade do Salnés se pierde en el subsuelo de la infraestructura municipal. Ribadumia recibe su abastecimiento por tres puntos.
El principal es el depósito de Sete Pías, que tiene una capacidad de 2.500 metros cúbicos, y los otros dos están situados en la parte de Ponte Arnelas que corresponde a la parroquia de Leiro y en el puente de Barrantes.
En todos esos casos, existen contadores para registrar el consumo del agua que realiza el Ayuntamiento, ya que dependiendo de este deberá abonar posteriormente la parte que le corresponda a la Mancomunidade do Salnés. En los dos últimos años, Augas de Galicia, de la Xunta, convocó ayudas para que los concellos pudiesen realizar auditorías sobre el estado de sus infraestructuras hidráulicas, y el resultado fue preocupante, pues en general es muy mejorable.