Visitar el país vecino, disfrutar de la playa o saborear la gastronomía arousana en bares, restaurantes y chiringuitos. Estas fueron las opciones principales elegidas ayer por los arousanos, aprovechando la festividad del Día del Apóstol.
Las temperaturas eran suaves -desde luego mucho más que en jornadas previas-, de ahí que no llegaran a colapsarse las zonas de baño. Aunque muchas de ellas -las más resguardadas- registraron una buena "entrada".
Las estaciones de medición de Meteogalicia registraron máximas de 27 grados en Simes y Torrequintáns, quedándose en 26 tanto en Pé Redondo como en A Lanzada, Tremoedo y Barrantes.
Nada que ver, como se indicaba antes, con los 35 grados alcanzados en días anteriores, de ahí que no todos se fueran de baño y muchos prefirieran acercarse a los negocios de hostelería.
A este respecto, decir que resultó llamativa la afluencia de los arousanos -al igual que de muchos turistas- a los municipios del interior, como Meis, Meaño o Ribadumia, donde los furanchos trabajaron ayer a un ritmo especialmente alto.
Otros, cabe insistir, aprovecharon para cruzar la frontera y desplazarse a ciudades portuguesas como Valença, aunque también los hubo que se quedaron a medio camino y se dejaron ver por Vigo y Pontevedra.
Santiago fue otro de los destinos elegidos para hacer "excursiones" y sacar partido a la jornada. La situación provocada por el coronavirus no anima a grandes desplazamientos, de ahí que este puente festivo sea más "de andar por casa".