La Policía belga detuvo a dos personas sospechosas de planificar un atentado durante las celebraciones de fin de año en varios lugares "emblemáticos" de Bruselas, donde continúa la alerta por amenaza terrorista en el nivel 3 y el despliegue militar en las calles.

La Fiscalía federal belga informó ayer de que ha logrado frustrar un atentado en la capital con una operación en la que hubo un total de seis detenidos, cuatro de ellos liberados, y dos actualmente bajo mandato de arresto, sospechosos de planificar los atentados y cuya identidad no se hizo pública para no perjudicar a la investigación.

Las fuerzas de seguridad llevaron a cabo varios registros el domingo y lunes en la región de Bruselas y de Lieja, así como en el Brabante Flamenco, a petición de un juez de instrucción de Bruselas especializado en terrorismo.

La Policía se ha incautado de varios objetos, principalmente material informático, vestimenta de entrenamiento militar y material de propaganda del grupo terrorista Estado Islámico que está bajo examen. No han encontrado, sin embargo, ni armas ni explosivos. Según la prensa, los arrestados tenían como objetivo la propia Policía belga, en concreto la Comisaría General cercana a la turística Grand Place, en el centro de Bruselas, sobre la que habrían lanzado "amenazas concretas".

Aunque la Fiscalía no ha confirmado esta información, el Órgano de Coordinación para el Análisis de las Amenazas (OCAM) ha decidido elevar el nivel de alerta para las comisarías en Bruselas del 2 al 3, hasta el próximo 4 de enero.

En una entrevista al diario "Le Soir", el ministro del Interior belga, Jan Jambon, subrayó que el nivel de alerta 3 de cuatro posibles en el país se mantendrá "el tiempo que sea necesario".

A raíz de los atentados del 13 de noviembre en París, la amenaza terrorista pesa sobre Bélgica, desde donde se organizaron, en parte, los ataques y donde vivía, entre otros sospechosos, uno de los presuntos terroristas más buscados, Salah Abdeslam.