Un ciberataque paralizó ayer los sistemas informáticos de las principales emisoras de televisión y de tres de los mayores bancos de Corea del Sur -incluyendo sus cajeros automáticos-, y las miradas se dirigen a la vecina Corea del Norte como principal sospechoso.

Llueve sobre mojado, ya que Seúl sospecha que, desde 2009, Pyongyang ha atacado varias páginas de organismos estatales surcoreanos, el sistema informático de uno de los principales bancos del país y las cuentas de correo electrónico de una prestigiosa universidad.

Por su parte, China, protector de Pyongyang -y asimismo acusado de lanzar ataques cibernéticos contra intereses de Estados Unidos-, señaló que lo ocurrido ayer en Corea del Sur prueba que la ciberseguridad es "un reto global".