Al menos 20 personas murieron en los enfrentamientos registrados entre manifestantes y fuerzas del orden entre anoche y esta mañana en la región tunecina de Kasserine, cerca de la frontera con Argelia, según un dirigente local de la oposición, Ahmed Nejib Chebbi. El dirigente opositor afirmó que las víctimas fueron alcanzadas por balas disparadas por las fuerzas de seguridad.

Según la oposición, nueve de las víctimas se registraron en la localidad de Thela, donde hoy fueron enterradas cuatro de ellas en presencia de unas 5.000 personas, mientras en la ciudad proseguían los enfrentamientos con las fuerzas del orden, que dispararon gases lacrimógenos para dispersar a la multitud, según fuentes locales. Por su parte, el ministerio del Interior rebaja a 14 la cifra de muertos a consecuencia de los disturbios de este fin de semana.

Entretanto, en la localidad turística de Sousse, en la costa este de Túnez, unos 10.000 hinchas de fútbol atacaron a las fuerzas de seguridad al finalizar un partido entre dos equipos locales, según afirmaron testigos de los hechos.

Por otra parte, otra fuente local dijo a Efe que otra persona murió tiroteada esta tarde a unos 30 kilómetros de Sidi Bouzid. La agencia de noticias tunecina TAP ha informado de sólo dos muertos y ocho heridos entre los manifestantes, que protestan por el desempleo y la mala situación económica del país, y de un número sin determinar de policías heridos, entre ellos tres en estado crítico.

Chebbi pidió hoy a las autoridades tunecinas, en particular al presidente Zine El Abidine Benali, que intervenga urgentemente para poner fin a las hostilidades.

Los disturbios en Kasserine se desencadenaron después de que un joven de 26 años llamado Mohamed Bouazizi se inmolara a lo bonzo en protesta por lo que consideraba un abuso administrativo que le impedía vender verduras para ayudar económicamente a su familia.

El joven universitario no tenía trabajo debido al elevado desempleo entre los titulados en Túnez y sufrió graves heridas antes de morir por sus quemaduras el pasado 4 de enero.

Explosión en el consulado de Túnez en París

Un pequeño artefacto casero explotó este domingo en la entrada del consulado de Túnez en la región de París sin causar víctimas ni daños materiales de consideración, informaron fuentes diplomáticas.

El embajador de Túnez en Francia, Raouf Najar, denunció un "acto terrorista", mientras que las fuerzas de seguridad francesas calificaron el incidente de "pequeña explosión". El artefacto, que explotó hacia las 05.00 hora local (04.00 GMT), provocó daños materiales mínimos en la fachada del inmueble. Horas después, el consulado prosiguió con su actividad normal y la brigada de lo criminal de la policía judicial de París abrió una investigación.

Cinco muertos en Argelia

Mientras, los disturbios que desde hace seis días sacuden Argelia se han cobrado dos nuevas víctimas mortales, con lo que suman ya cinco los muertos, informaron hoy los medios locales.

Las últimas víctimas son un hombre de 35 años alcanzado por una bala en la cabeza cuando un grupo de manifestantes intentaba atacar un bar que pertenece a su familia en Tiaret, en el oeste de Argelia, y un policía vestido de civil en la norteña región de la Cabilia.

Según el diario El Watan, el primero murió por una bala disparada por un joven de 25 años que junto a otros habitantes de la zona intentaba defender el bar propiedad de la familia de la víctima.

El policía pereció calcinado en su automóvil, en el que se declaró un incendio cuando un grupo de manifestantes le arrojó un cóctel molotov, afirma la edición electrónica de "Tout sur l'Algérie".

Sin embargo, el balance oficial de los disturbios, desencadenados en protesta por el alza de precios de productos básicos, es de tres civiles muertos en las localidades de M'sila, Bousmail y Tidjellabine.

Según el recuento oficial, en la ola de violencia que sacudió 18 de las 48 provincias argelinas también se registraron 736 heridos entre las fuerzas de seguridad y 53 entre los manifestantes.

Por su parte, el ministerio de Educación anunció hoy que durante los enfrentamientos también fueron saqueados e incendiados 45 centros escolares en todo el país.

Este domingo, en Argel, las actividades económicas comerciales y sociales han vuelto a la normalidad en las primeras horas de la jornada, si bien una cierta tensión es todavía perceptible.

Tiendas, casas cerradas durante la mayor parte del tiempo en estos últimos días han abierto sus puertas y los empleados municipales han comenzado a limpiar las calles en las que se produjeron los enfrentamientos.

Las huellas más visibles están en el barrio popular de Bab El Oued, punto de inicio, en la noche del miércoles pasado, de la disputa que enseguida se extendió a otros barrios pobres de la capital.

En un primer momento, el motivo de estas revueltas era el aumento de los precios de los productos de mayor consumo, como el azúcar y el aceite, pero los acontecimientos giraron rápidamente hacia reivindicaciones sociales y cedieron el sitio al vandalismo y al pillaje.

El ministro del Interior, si bien reconoció que los últimos aumentos de los precios de los productos básicos son "injustificados e inaceptables", calificó de "criminales" los acontecimientos de estos últimos días.

Este sábado, un consejo interministerial decidió exenciones de impuestos y derechos de aduana para las actividades de producción, transformación e importación de azúcar y el aceite con el fin de frenar la subida de precios.