El secretario de Defensa de Estados Unidos, Robert Gates, calificó ayer de "provocación" las amenazas rusas de desplegar cohetes tácticos Iskander en el enclave báltico de Kaliningrado. "Tales afirmaciones provocadoras son innecesarias y equivocadas", señaló Gates en rueda de prensa en Tallin, capital de Estonia. Gates, que participó ayer en las consultas OTAN-Ucrania en la capital estonia, aseguró que los planes rusos no son "la bienvenida que se merece la nueva administración norteamericana" de Barack Obama.

El jefe del Pentágono aseguró que Irán es también la principal amenaza para la seguridad de Rusia y que los misiles Iskander no le protegerán de esa amenaza. Además, indicó que el escudo antimisiles que Washington tiene previsto emplazar en Polonia y la República Checa está dirigido contra países "parias", por lo que "no supone, en ningún caso, una amenaza para Rusia". En todo caso, aseguró que Washington aboga por mantener una relación constructiva con Rusia.

El presidente ruso, Dmitri Medvédev, anunció la pasada semana en su primer discurso sobre el estado de la nación que Moscú desplegaría en Kaliningrado cohetes Iskander en respuesta al emplazamiento de elementos del escudo norteamericano en Europa del Este.

No obstante, Medvédev tendió ayer la mano al presidente electo de EE UU, Barack Obama, y se mostró dispuesto a reflexionar acerca de un sistema de seguridad global con el nuevo inquilino de la Casa Blanca y la UE. En una entrevista concedida al diario francés "Le Figaro", el jefe del Estado ruso adelantó que abandonaría su decisión de desplegar armas nucleares en Kaliningrado si Obama renuncia a instalar en Polonia el escudo antimisiles.

El jefe del Estado ruso señaló que la decisión de la actual Administración Bush de desplegar un sistema antimisiles "sin el consentimiento de Europa ni de sus socios de la OTAN" es "un verdadero problema".