Sin embargo, Maragall indica que "no podemos olvidar que estamos en plena negociación y que lo que se nos plantea es una posición de salida". Además, cree que se conseguirá finalmente "una mejora substancial" del sistema de financiación actual.

En una entrevista publicada hoy en ´La Vanguardia´, el presidente catalán manifiesta que "España ha de cambiar o de lo contrario se producirá un peligrosísimo fenómeno de desafección en Cataluña y en las otras nacionalidades que la integran".

Según Maragall, "hay momentos de la historia en que los pueblos y los países tienen que atreverse a cambiar algo para que todo siga igual, para que lo esencial siga vigente y resulta más arriesgado no cambiar nada".

Además, sostiene que "el sistema de nacionalismo puro y duro, no es lo que Cataluña ni lo que España necesita" y que "si España no cambia, Cataluña no será lo que puede ser. Y a la inversa. Para que España se mueva, Cataluña tiene que implicarse".

El presidente de la Generalitat también afirma que "probablemente el independentismo no será nunca mayoritario en Cataluña, pero expresa sentimientos que albergan también personas que no votan al independentismo". "La apuesta ganadora es la de ir conduciendo a ese independentismo a una postura, primero, soberanista y finalmente federal", destaca.

Respecto a la tramitación del Estatut en el Congreso, considera que "la discusión en Madrid no es sobre la calidad sentimental y emocional del texto, sino sobre la constitucionalidad... Al menos, eso es lo que dicen". "Desde mi punto de vista no habría mucho que tocar", subraya, y añade que "no es cierto que el Estatut sea tan intervencionista como dicen".

COMUNICACIONES "DE RISA".

Sobre la inversión del Estado, explica que "Cataluña sufre ya que tiene un sistema de comunicaciones de risa. Y si no lo tiene todavía peor es porque se ha pagado ella misma las infraestructuras con peajes, digámoslo claramente. Esta situación no puede continuar".

"Han pasado quince años" de los Juegos Olímpicos y a la alta velocidad ferroviaria se la espera, pero se la espera tanto que no sé si va a llegar nunca", asegura.

En referencia a la falta de acuerdo por la construcción del Cuarto Cinturón de Barcelona, sostiene que "las infraestructuras son caras y los costes de congestión son enormes. Yo también defiendo lo que defienden los ambientalistas de mi Gobierno, porque no se puede seguir así".

"Hay que crecer, hay que tener comunicaciones, pero no se puede pensar que ´todo el monte es orégano´ y que por donde a uno le parece que hay que pasar se pasa, y donde queda un agujerito se ponen casas", añade.

NO HABRÁ ELECCIONES DESPUÉS DEL ESTATUT.

Por otra parte, Maragall asegura que no piensa convocar elecciones después del Estatut y que no sabe si estará en la Generalitat uno o dos mandatos, "no lo tengo contabilizado", indica, y puntualiza que "lo que hay que hacer en todo momento es gobernar".

Sobre los dos primeros años de Gobierno del tripartito, asegura que "han sido muy productivos" y que "se ha hecho más en dos años que en los últimos seis".

Asimismo, indica que "el sentimiento de patria se obtiene cuando el país demuestra que es capaz de resolver él solo sus problemas". "Con este Gobierno la gente está percibiendo, en todos los campos de la vida social y pública, una auténtica mejora", precisa.

Según Maragall, "la proximidad a la gente y la capacidad de diálogo de este Gobierno le permiten actuar con más coraje". Así, explica que "hay gente que no quiere que le construyan una cárcel al lado de casa, pero nosotros construimos las cárceles nuevas que el gobierno anterior no se atrevió a hacer".

También asegura que "este Gobierno no es partidario de un incremento del sector público" en Cataluña. "Estamos en un proceso de devolución a la sociedad y a los municipios, para que la decisión de gasto se adopte lo más cerca posible de la gente", afirma.

Sobre la preocupación de los empresarios por la unidad del mercado debido a la crispación entre España y Cataluña, indica que "el mercado del que estamos hablando no es la unidad de mercado de España; de lo que estamos aquí es hablando del mercado europeo. Y ahí sí que Cataluña tiene una buena posición". Maragall también considera que "los boicots son movimientos espasmódicos y de corto vuelo".

En otro sentido, Maragall señala que no le consta que el PSOE preferiría que el PSC se entendiera mejor con CiU. "El presidente de Gobierno ha reiterado que no piensa cambiar las alianzas", precisa.