El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, lamentó ayer que el ex ministro de Defensa Federico Trillo intente trasladar su responsabilidad por el accidente del Yak a mandos militares, mientras el líder del PP, Mariano Rajoy, culpó al actual titular de Defensa, José Bono, de "persecución ignominiosa" contra su antecesor.

Zapatero, en la conferencia de prensa que ofreció en Mérida tras la reunión del Consejo de Ministros, afirmó que "no es entendible en términos políticos que el anterior ministro de Defensa intentara una traslación de responsabilidad a determinados mandos militares".

Al ser preguntado si veía oportuno que se exigieran responsabilidades a ex miembros del Gobierno, Zapatero dijo que lo que le parece adecuado en democracia es que "cuando suceden las cosas, los dirigentes políticos asuman su responsabilidad política y no la arrastren durante algún tiempo". Sobre si Trillo debería dimitir como diputado, Zapatero indicó que no desea "que nadie tome una decisión en la que no cree. Es su responsabilidad".

Rajoy

El presidente del PP, Mariano Rajoy, culpó a Bono de la "persecución ignominiosa" a Trillo y pidió la convocatoria urgente de la diputación permanente para que comparezca en el Congreso y dé explicaciones. Rajoy aseguró que no tenía "la menor duda" de que Bono es el responsable del escrito remitido por la cúpula militar, en el que altos mandos del Ejército expresaban su malestar por las acusaciones recibidas sobre el caso del Yak-42.

Consideró "intolerable" la campaña de "ensañamiento" contra el ex ministro popular y precisó que "es la primera vez en la historia de un Parlamento que se reprueba a un ministro que no es ministro; se reprueba a diputados".

También pidió al presidente del Congreso, Manuel Marín, que actúe en "consecuencia" contra el grupo de personas que entró en la Cámara para "atentar contra la libertad" de un parlamentario, que fue "increpado".

Aznar

Sobre esta cuestión también se pronunció el ex presidente del Gobierno José María Aznar, quien apeló al respeto a los principios "elementales" como el de la soberanía popular por el que no se "toleraría que diputados puedan ser intimidados y a punto de ser agredidos por alguien que nunca debe transitar" por los pasillos del Congreso.

Sin embargo, el portavoz del PSOE en el Congreso, Alfredo Pérez Rubalcaba, restó importancia a ese incidente al que calificó como "un problema menor".

Preguntado por si el PSOE se plantea pedir disculpas al PP, dijo que lo estudiará aunque subrayó que ese no es "el problema", y criticó que el PP trate de "reconducir la discusión" hacia el grupo socialista cuando lo ocurrido en el accidente aéreo fue "tremendo".

Por su parte, el secretario de Organización del PSOE, José Blanco, advirtió de que esta polémica no sirve para eximir "la responsabilidad del señor Trillo en la gestión del accidente".