De norte a sur y de este a oeste, las calles de las principales localidades de Galicia se abarrotaron desde primera hora de la joranda, con más intensidad hacia el mediodía con manifestaciones y protestas exigiendo una sociedad más justa. En el caso de Vigo, la concentracion fue significativa en la calle Príncipe, con cientos de mujeres de todas las edades lucieron con orgullo el color morado.

En más de treinta se llevaron a cabo movilizaciones. Sin incidencias de magnitud, el seguimiento del paro en el turno de noche se había visto condicionado al ser sectores "muy masculinizados". Los sindicatos hablaban de una "jornada histórica" en las primeras horas de la huelga.

Con el centro de Vigo abarratoda, la marcha continuó dede Príncipe hacia García Barbón. Mientras, una imagen similar se reproducía en los distintos concellos de la comunidad. En Pontevedra, las calles en torno al edificio del Concello y la Deputación contaron con una amplia presencia desde antes del mediodía. Lo mismos sucedió en Cangas, Moaña, Redondela o Lalín. Ourense, A Coruña o Santiago de Compostela, con una plaza del Obradoiro llena de paraguas, dejaron también una imagen clara del apoyo que recibió el movimiento. En Lugo, por su parte, se celebraron protestas ante la sede de la Xunta y de la Deputación.

Fueron cientos también las muestras de apoyo al movimiento a través de las redes sociales, con los políticos de los principales partidos. Por contra, también hubo quien no decidió apoyar el 8M, como las conselleiras de la Xunta, que ya por la mañana rechazaron ir a la huelga y expusieron sus motivos: según explicaron hay otras "fórmulas y mecanismos para reivindicar los derechos de las mujeres" o, simplemente, que se sentían "más cómodas trabajando".