La Xunta, gobernada por el PP, y la Fegamp, dirigida por el socialista Alfredo García, alcalde de O Barco de Valdeorras, avanzarán de la mano para centrarse en lo que el presidente del Ejecutivo gallego, Alberto Núñez Feijóo, considera la "primera prioridad de cualquier gobierno responsable": ayudar a las personas que peor lo están pasando. Por ello, tanto el mandatario autonómico como el presidente de la Federación Galega de Municipios e Provincias instaron ayer, a un menos de un mes de las elecciones generales y a cinco de las gallegas, a aparcar los colores políticos y a "unir esfuerzos" para trabajar de forma coordinada y efectiva en la aplicación de la Axenda Social Única, una hoja de ruta para luchar contra la exclusión social. "Los que peor lo están pasando no deben emplearse jamás como arma política", subrayó el presidente gallego.

El documento, promovido por la Xunta y al que se adscribieron ayer la Fegamp y la Rede Galega de Loita contra a Pobreza (EAPN-Galicia), materializará medidas dirigidas de forma prioritaria a hogares con menores de 16 años al cargo y con ingresos de trabajo inferiores a los umbrales de la Risga. La cooperación institucional se extenderá a nueve ámbitos: apoyo a la renta, pobreza energética, vivienda, inclusión social, infancia, sanidad, personal, entidades de iniciativa social y colaboración de otros agentes. A iniciativas ya operativas, como el ticket eléctrico, que evita el corte de la luz a 4.000 familias, o la agilización de la Risga, se unen otras como la apertura desde la Xunta de una línea de ayudas a los concellos que apoyará la cobertura del 40% del precio de los fármacos de las familias en dificultades y que los municipios podrán completar, al igual que otros apoyos, como con el ticket eléctrico. A la exclusión la Xunta destinará 162 millones de euros este año.

Feijóo admitió que las administraciones conocen y actúan sobre las causas de exclusión social al tener "un compromiso firme", pero la "materia pendiente" era la coordinación, necesaria para combatir "mejor y con más eficacia" el problema. "No habíamos sido capaces de unir fuerzas en una hoja de ruta concreta y detallada hasta hoy y por fin tenemos una agenda social única para todos los gallegos, para todas las administraciones y las entidades que luchan contra la pobreza", resaltó.

Desde ahora, señaló, "la Xunta y los concellos que firmen esta Axenda Social Única tendrán una coordinación permanente y continuada en todos los programas sociales" y los ciudadanos tendrán un "interlocutor responsable" de darles respuesta según una Axenda consensuada con la Fegamp y con la ayuda de EAPN-Galicia. Se trata, subrayó, de darle "una mejor atención a quien más lo precisa".

También Alfredo García destacó que "para que cualquier medida funcione es necesaria la colaboración entre administraciones". Explicó que "ningún concello quiere dejar de prestar servicios, pero para poder hacerlo debe contar con la financiación adecuada". Los municipios, indicó, se comprometen a hacer su "parte" pese a las "dificultades" y los "recursos limitados" con los que a veces se encuentran.

Antonio Hernández, presidente de EAPN-Galicia, constituida por 126 ONGs, aplaudió la Axenda por su "planificación, la transversalidad de las medidas, la priorización de las necesidades y el compromiso financiero" y apuntó que pese en Galicia las cifras de pobreza y exclusión son "un poco mejores" que en el Estado, no hay que "dejarse llevar por la euforia".

Feijóo mostró su deseo de que "todos los concellos hagan suyo" un acuerdo que había avanzado ya el conselleiro de Política Social, José Manuel Rey Varela, en la Cámara y que contempla, entre otras líneas, reforzar los servicios municipales con la financiación de 50 nuevas plazas de trabajadores sociales y otros titulados para concellos de más de 20.000 habitantes. También se implantará la Rede Galega de Atención Temperá, para niños con trastornos en el desarrollo. Las acciones incluyen ampliar el programas Reconduce o el Bono Alugueiro, al que también podrán contribuir los concellos; el activar un servicio de acogida básica o poner en marcha otro de atención urgente para abordar situaciones de desprotección imprevistas. Además, entre otras actuaciones, se implantará un programa de educación y apoyo familiar, se reforzará el de ayuda en el hogar a dependientes y se mejorarán las ayudas a centros de emergencia.