Gloria Lago, presidenta de Galicia Bilingüe, denunció ayer en Santiago que los inspectores de educación "miran para otro lado" a la hora de exigir el cumplimiento del decreto del plurilingüismo. Lago recordó que al menos 4.500 profesores se "niegan" a cumplir la normativa, y así lo expresaron públicamente presentando sus firmas ante la Consellería de Educación. "Retan a la Xunta y la Xunta no hace nada", afirmó.

Es más, según explicó la representante de la asociación, la normativa "aprobada para los inspectores omite la vigilancia del decreto". "La Xunta le dice a los inspectores que miren para otro lado porque tienen sindicatos detrás y eso a la Xunta le da miedo", argumenta Lago, lo que hace que los padres se sientan desprotegidos. A su juicio, no son los padres quienes tienen que "dar la cara" y denunciar, sino los inspectores.

Para explicar la "discriminación" que sienten "muchos" padres con un caso, Gloria Lago acudió a la rueda de prensa con Begoña, la madre de un niño de 6 años que estudia en A Coruña.

Begoña denunció que la profesora de Coñecemento do Medio, una materia que se imparte en gallego, llegó a "gritar" a su hijo por no disponer del manual en gallego. Dicha docente, explicó, le impide usar el libro de texto en castellano, dándole fotocopias en gallego, lo que provoca que el pequeño "sueñe" con que la profesora le "quita el libro de las manos". "Siento que envío a mi hijo al campo de batalla", dijo. Esta madre afirmó haber enviado cinco escritos de protesta al centro, haber pedido ayuda al propio conselleiro de Educación y haber mantenido una reunión con la jefa territorial del ramo la que le recriminó que hiciera "política" con el menor.

Aunque la Xunta es tajante al respecto y señala que el artículo 13.1 del decreto de plurilingüismo establece que los libros de texto correspondientes a una materia tienen que estar redactados en la lengua en la que se imparte, para Gloria Lago el asunto no está tan claro, y recordó que "en cierto momento el decreto iba a incluir la admisión de materiales en las dos lenguas" oficiales de Galicia. A su juicio, "pesaron más los intereses económicos de un sector", en alusión a los editores en gallego.

Lago reprochó que se permitan casos como el del hijo de Begoña mientras, afirmó, se deja que se usen libros en gallego para materias en castellano. Al respecto, insistió en que la Xunta no permite "escoger" en la enseñanza y que la Xunta gobernada por el PP incumple su programa electoral. Para Gloria Lago, la "paz lingüística" de la que presume la Xunta es solo "una paz del silencio", ya que los padres, asegura, no se atreven a denunciar y acaban "tirando la toalla". Por lo que respecta a Begoña,