El expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero hizo ayer una llamada a los socialistas para que reflexionen en profundidad sobre la actitud que deberán adoptar finalmente ante la investidura del líder popular, Mariano Rajoy, a la que, por el momento, se oponen frontalmente.

Zapatero defendió en León que el PSOE "debe" tener "un proceso de diálogo interno" para tomar una decisión sobre la formación de Gobierno que aúne "el máximo consenso posible" y advirtió de que convocar unas terceras elecciones sería "muy, muy inconveniente y muy negativo".

Aunque resaltó que es el PP el partido que tiene que "hacer todos los esfuerzos" para que España tenga un Gobierno, sostuvo que el PSOE "debe dialogar", explicó que en ese proceso el partido tiene que conseguir "el máximo consenso" y pidió el mayor de los apoyos para la Ejecutiva y para su líder, Pedro Sánchez. Zapatero puso énfasis en que las decisiones que finalmente se adopten se expliquen bien, de manera "transparente", a los electores.

Esta última reflexión del expresidente remite directamente a los análisis que señalan que el PSOE tendrá dificultades para explicar tanto una negativa a un Gobierno de Rajoy -que conduciría a unas terceras elecciones- como una "luz verde", que sería muy mal vista por buena parte de sus electores.

Zapatero defendió que la democracia "debe tener los expedientes e instrumentos necesarios para que haya gobierno" y ha llamado a tener confianza en que los "retos institucionales, económicos y políticos" se puedan afrontar con la formación de un gobierno.

El disgusto de buena parte de los dirigentes socialistas por la táctica popular de responsabilizar al PSOE de una hipotética nueva cita con las urnas se plasmó ayer en unas declaraciones del expresidente del Congreso, Patxi López, en las que acusó a Rajoy de intentar "un chantaje" a la formación de Sánchez.