El presidente del Gobierno en funciones y candidato del PP a la investidura, Mariano Rajoy, se mostró ayer dispuesto a gobernar en minoría, únicamente con el apoyo de los 137 escaños logrados por su partido en las elecciones generales del 26-J. Para ello reclamó "responsabilidad" al PSOE y a Ciudadanos para que ese Ejecutivo pueda aprobar "unos mínimos", como la senda de déficit, el techo de gasto o los presupuestos.

A su entender, "bloquear la legislatura o no permitir que eche a andar" sería una "irresponsabilidad mayúscula" en la que espera que "nadie caiga por el bien de España". Rajoy confesó que su primera opción para gobernar sería un acuerdo de coalición entre PP, PSOE y Ciudadanos, algo que "certificaría la madurez democrática de España. "Pero si no se quiere, no se quiere", lamentó, en alusión al rechazo de ambas formaciones.

Por otro lado, explicó que otras fórmulas como un gobierno de amplia base parlamentaria también ofrecería "confianza", "estabilidad" y un "horizonte de certidumbre". Para Rajoy sería "la segunda mejor opción" y reveló que el PP va a trabajar por ella. Sin embargo, el presidente en funciones admitió que existe "tercera opción", que consiste en "dejar" que gobierne el PP con 137 diputados, algo que, sería "muy difícil" si no se establecen unos objetivos compartidos.

Por su parte, el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, advirtió al PP que el Gobierno que no apueste por la regeneración no tendrá el apoyo de su partido, "ni implícito ni explícito", y que, por tanto, no participará "activamente" de ningún proyecto que no dé este giro. Rivera también valoró el "pasito" que dio Ciudadanos para desbloquear la legislatura pero insistió que no irá más allá porque sin regeneración "no hay pactos posibles".