El Gobierno marca el fin a las bolsas de plástico gratuitas. Todos los comercios se verán obligados a cobrarlas de forma obligatoria desde el próximo 1 de julio, según reveló ayer la ministra de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. La hoja de ruta del Gobierno recoge una ofensiva contra las bolsas de plástico que prevé, en una primera etapa, desincentivar su uso para, en 2021, prohibir por completo aquellas de menor espesor que no sean biodegradables.

De esta forma, a partir el 1 de julio de este mismo año, se cobrarán de forma obligatoria todas las bolsas de plástico, salvo las muy ligeras destinadas a los alimentos por "razones de higiene y para fomentar el consumo a granel, y evitar sobreenvases y el desperdicio alimentario", según recalcó ayer García Tejerina. Las bolsas de espesor inferior a 15 micras pasarán a tener un precio de cinco céntimos por bolsa, que se elevará hasta los 15 céntimos para aquellas que superen este espesor. Para aquellas que se sitúen por encima de las 50 micras pero cuenten con una proporción de plástico reciclado entre el 50% y el 70% el precio se situará en los diez céntimos la bolsa.

Como paso intermedio, la ministra detalló que, a partir de enero de 2020, se prohibirán las bolsas de plástico fragmentables -"especialmente dañinas porque tienen aditivos y un mayor impacto", en palabras de Tejerina- y las muy gruesas, que deberán llevar al menos un 50% de plástico reciclado. Tejerina calificó de "muy ambicioso" el Real Decreto, que asume "las condiciones más exigentes" planteadas por la Comisión Europea. "España, junto con Francia e Italia, son los países de la Unión Europea (UE) más ambiciosos", según recalcó. La obligatoriedad de cobrar las bolsas de plástico estaba prevista inicialmente para enero de 2018, aunque posteriormente se retrasó al 1 de marzo, fecha en que volvió a quedar en suspenso a la espera del dictamen del Consejo de Estado, antes de su aprobación definitiva.

El Registro de Productores, estará adscrito al Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente y contará con una sección dedicada a los fabricantes e importadores de bolsas de plástico, para cumplir con la obligación de remitir anualmente la información sobre bolsas puestas en el mercado por los fabricantes a la Comisión Europea y saber lo que se pone en el mercado y su evolución, para poder conocer la efectividad de las medidas puestas en marcha y, en su caso, plantear nuevas soluciones.

"Este Real Decreto es un primer paso para evitar los residuos en la naturaleza porque en breve se aprobará la Estrategia de Economía Circular, con el fin de fomentar la reutilización y reducir los residuos", recalcó.

Un siglo en descomponerse

El objetivo de la medida es, según defendió García Tejerina, tener "una naturaleza libre de residuos de plásticos", al tiempo que destacó el hecho de que "el 90% de las bolsas de plásticos se usan una sola vez, con un uso de entre 12 y 25 minutos cuando luego tardan más de 100 años en descomponerse".

En este punto, también lamentó que, a nivel mundial, cada año terminan en el mar entre cinco y trece millones de toneladas de plásticos, una cifra que llega al medio millón en aguas de la UE. Además, las bolsas de plásticos son uno de los 10 productos que más se encuentran en la basura, lo que provoca que su impacto no sea solo ambiental sino que también repercute en sectores como el turismo o actividades como la pesca.

En la última década, España ha reducido el consumo de bolsas de plástico a la mitad, pasando de 317 bolsas por habitante en 2007 a 144 bolsas por habitante en 2014, según datos del sector.