La escalada de los precios de los carburantes está teniendo su impacto en los bolsillos de los conductores gallegos, que se muestran indignados tanto con el encarecimiento de los combustibles como del agravio de que sean los más caros de todo el Estado mientras en comunidades limítrofes, por el contrario, se paga por debajo de la media. "Noto que el precio se está disparando en los últimos meses", comenta un conductor. "La última vez que fui a echar combustible me cobraron 1,19 euros el litro de diésel cuando hace solo unos meses nos movíamos en unos precios mucho más bajos", denuncia Carlos, un vecino de Chapela. "Está claro que hay algo que no funciona", lamenta.

"Las comunidades de interior tienen unos precios de gasolina más bajos que en Galicia, cuando aquí tenemos la costa a la que llegan los barcos cargados de petróleo. Es increíble", comenta Julia, que reconoce haber pagado 1,189 euros el litro de gasóleo la última vez que fue a repostar. La situación se agrava cuando se cruzan los Ancares. Es entonces cuando se hace evidente el contraste entre repostar en la comunidad más cara y en una de las provincias más baratas. Casi cinco euros más que tienen que salir de los bolsillos para llenar el mismo tanque de gasolina.

A la hora de apuntar sobre quién recae la responsabilidad de que el precio de los carburantes sea en Galicia el más elevado pese a disponer de una de las doce refinerías del Estado -la de A Coruña-, las acusaciones giran en torno a la elevada fiscalidad que soporta el sector y los escasos estímulos de las distribuidoras para rebajar precios. "Es que no te queda más remedio que echar gasolina y pagar lo que sea si quieres coger el coche", comenta Francisco. "Me imagino que las razones estarán en los impuestos especiales que hay en Galicia o porque las gasolineras de aquí ganan más, porque de lo contrario no se explica este desfase", zanja Julia.

Por el contrario, otras voces apuntan a la fijación de precios entre operadores como la verdadera causante de este sobreprecio al que se debe hacer frente en la comunidad gallega. "Al final las grandes cadenas marcn precios y ninguna de las pequeñas se esfuerza por bajarlas", denuncian.

Desde las asociaciones de gasolineras se aferran a la existencia de tarjetas de cliente y a la escasa presencia de las gasolineras desatendidas -aquellas que no tienen operarios y que cuentan con precios más reducidos- como principales argumentos de defensa esgrimidos desde las asociaciones de estaciones de servicio cuando salen al paso de las acusaciones de fijación de precios. "Hay que tener en cuenta que el precio que marca el monolito no siempre es el reflejo del coste final por la existencia de tarjetas de fidelización y descuentos", puntualiza Benigno Redondo, presidente de la Asociación de Empresarios de Estaciones de Servicio de Pontevedra.

Carlos

"Me costó 1,19 euros el litro llenar el depósito de diésel esta vez"

Julia

"Es increíble que se pague más aquí que en comunidades de interior"

Francisco

"No queda más remedio que pagar lo que sea si quieres coger el coche"