El Fondo Monetario Internacional (FMI) indicó ayer que la incertidumbre derivada del "Brexit", la volatilidad en los mercados financieros y la apreciación del dólar son los principales "riesgos a la baja" que pueden afectar al crecimiento de EE UU. En las conclusiones de su informe Artículo IV, los técnicos del FMI mantienen las previsiones de crecimiento de junio de la economía norteamericana en el 2,2% en 2016 y 2,5% en 2017, y estiman que el país crecerá a un ritmo del 2,3% en 2018.

"Existen importantes riesgos a la baja e incertidumbres, en particular el menor potencial de crecimiento, la fortaleza del dólar más allá de los niveles justificados en el medio plazo y la sostenida aversión al riesgo tras el resultado del referéndum británico", señalan los autores.

Así, el FMI, que reconoce el buen funcionamiento actual de la economía estadounidense, advierte que un sólido y continuado crecimiento en el largo plazo dependerá de la capacidad del país para solucionar la caída de la participación en el mercado laboral, la débil productividad, los crecientes niveles de polarización y los altos niveles de pobreza.