El Estradense ha cerrado la primera vuelta de la competición en la tercera posición con 34 puntos, tres más de los que tenía el año pasado a estas alturas de la temporada. Los rojillos, con más de lo mismo, han conseguido dar un paso al frente para meterse entre los mejores, llegando incluso a pisar la segunda posición. La buena temporada de los estradenses en la primera parte de la competición se ha visto sin embargo enturbiada por las dos derrotas que encajaron en las dos últimas jornadas ante dos rivales de la zona media-baja, Caselas y Sanxenxo. Estos resultados rompieron la tendencia de un equipo que había ido de menos a más desde el mes de agosto, con un inicio de temporada discreto y un tramo final en el que llegaron a contar seis victorias en siete partidos. En este tramo destacó la solidez defensiva de un equipo que llegó a estar más de 700 minutos sin encajar un gol.

"Nos vamos con una mala sensación de la primera vuelta por esas dos derrotas consecutivas. Dejan mal sabor de boca pero debemos pensar que estamos ahí. Fue una pena porque si llegamos a sacar algo más de esos partidos podíamos haber abierto una brecha arriba teniendo en cuenta los resultados que se dieron", aseguró el entrenador estradense Eduardo Muñiz "Tinto", quien recordó que todavía queda mucha liga por delante. "Esto va por rachas y todavía quedan muchos partidos por delante. Todavía podemos enganchar una buena y que mejor que empezarla el próximo fin de semana en el campo del líder Villalonga. Debemos levantar el vuelo y seguir peleando", afirmó al tiempo que puso en valor los 34 puntos conseguidos. "Son números que, de repetirlos en la segunda vuelta, nos permitirían estar ahí arriba. Los habríamos firmado antes de empezar".

Para Tinto, su equipo no mereció además las dos últimas de derrotas. El técnico llamó especialmente la atención sobre el partido ante el Sanxenxo, en el que pagaron su único error. Al margen del resultado, lamentó la actuación del colegiado Iván Mosquera. "Fue un despropósito de arbitraje pero además fue un sinvergüenza con los dos equipos, porque no paró de faltarle al respeto a los jugadores", afirmó en relación a un colegiado que calificó de "déspota" por su actitud.