El Xuven cayó con todos los honores en la cancha del Lucentum Alicante. Lástima que el buen trabajo de los de Chiqui Barros no se viese recompensado con una victoria pese a acariciarla con los dedos después de verlo casi imposible cuando cedía por hasta catorce puntos en los primeros compases del último cuarto.

Empezaron los visitantes mandando en el encuentro. El quinteto elegido por Chiqui Barros estaba produciendo ofensivamente y defendiendo con una intensidad que incomodaba las acciones de los valencianos. El debutante Jeff Coby estaba dejando muestras de lo que puede aportar al equipo (11-18), pero el infortunio que persigue al equipo amarillo apareció de nuevo en forma de una recaída de Gerard Sevillano de su lesión de tobillo tras una acción defensiva. Solo habían transcurrido siete minutos y el alero catalán tuvo que retirarse del partido.

Pese a ello, el Xuven fue capaz de irse al término del primer cuarto por delante en el marcador con un Jeff Coby que apuntaba a partidazo con 8 puntos y 3 asistencias, alguna de ellas a un Yago Estévez que también terminó ese periodo inicial con 8 puntos básicos en un primer parcial de 18-23.

La dureza e intensidad del Xuven con un quinteto de muchos centímetros durante la mayoría del tiempo sorprendió a los de David Varela, pero la ausencia de Sevillano obligó a cambiar el plan de partido.

El juego entró en una fase mucho más farragosa a continuación. El Lucentum mostró su mayor fondo de armario con las rotaciones y el Xuven perdió frescura en las soluciones ofensivas. Los locales le dieron la vuelta ante un Xuven al que cada vez le costaba más crear ventajas. Además el alero Sam Obikwe encontró el aro como una piscina y, con 13 puntos, tuvo mucho que ver en el cambio de tendencia que tomó el partido.

Seis de los escasos ocho puntos anotados por el Xuven en ese segundo cuarto llegaron desde la linea de tres. El control del rebote y la buena defensa impidieron que el castigo fuese mayor a la llegada del descanso (34-31).

Los problemas ofensivos se mantuvieron y el Lucentum, sin un baloncesto de demasiados alardes, fue capaz de ir ampliando muy poco a poco su renta (46-36) logrando su máxima ventaja coincidiendo con el término del tercer cuarto (49-37).

Fue entonces cuando Chiqui Barros buscó cambiar la dinámica que estaba llevando el partido. El ferrolano ordenó una defensa zonal que empezó a crear muchas dudas al Lucentum y permitió encontrar un ritmo más fluido en las transiciones. La diferencia, que llegó a ser de catorce puntos (52-38), empezó a reducirse entre la confusión del ataque valenciano y sus malos porcentajes de lanzamiento. El Xuven había tocado la tecla correcta.

Samuel Barros, junto a un gran Juanchi, se convirtieron en los faros ofensivos en los momentos de la verdad. El Xuven consigui´0 la hombrada de ponerse por delante 56-57 a falta de 1:13 para el final, pero un rebote de ataque local, con un Coby ya eliminado, terminó por darle el triunfo a los locales en un final que no se merecían los cambadeses tras un último cuarto de mucho mérito.