Las pruebas médicas practicadas a Carles Planas han arrojado el peor de los pronósticos sobre el golpe sufrido por el lateral catalán durante el partido amistoso que el Celta disputó el pasado jueves ante el Rápido de Bouzas en Balaídos. La ecografía realizada ayer al futbolista ha desvelado que sufre una rotura de fibras de tercer grado en el recto anterior de su muslo izquierdo que le mantendrá alejado de los terrenos de juego entre tres y cuatro semanas. De este modo, en el mejor de los casos, Planas estaría en condiciones de reaparecer en el último partido del presente mes de septiembre frente al Espanyol.

El contratiempo sufrido por Planas se compensa en cierto modo con la buena evolución del centrocampista chileno Marcelo Díaz, que se recupera de la misma lesión que acaba de sufrir el zaguero catalán. Tanto es así que el medio centro es recuperable para el compromiso del próximo sábado en Balaídos frente al Atlético de Madrid, según adelantó ayer Eduardo Berizzo.

El técnico, no obstante, mostró cierta preocupación por el elevado número de lesiones que viene sufriendo el internacional chileno, que atribuyó a un problema de discontinuidad. "No ha encontrado una continuidad que nos permita fortalecerlo. Sufre problemas musculares que lo descontinúan y eso se vuelve una rueda viciosa. No alcanza continuidad y no se puede fortalecer, por eso se lesiona", explicó Berizzo, que matizó: "Pero en su gran carácter competitivo radica el que se ponga bien. Es un futbolista que sale rápido de las lesiones. Las sufre pero se recupera pronto. Ojalá lo respeten y, cuando le toque jugar, habrá que elegir bien los minutos y la cantidad para que no sufra discontinuidad".

A la buena evolución de Marcelo Díaz se añade la progresión experimentada tanto por Iago Aspas, suplente en el Santiago Bernabéu debido a una contusión en la cresta ilíaca, como por Andreu Fontás, que comienza a ganar ritmo después de muchos meses alejado de los terrenos de juego.

El delantero moañés, que hace unos días recibió el alta médica, se encuentra en perfectas condiciones físicas para afrontar el compromiso ante los colchoneros, mientras que Fontás podría disponer de sus primeros minutos en un partido oficial desde noviembre pasado a lo largo del mes en curso.

En un par de semanas se espera que esté también listo el guardameta Rubén Blanco, quien se recupera de un esguince en el ligamento lateral de su rodilla izquierda. Si no se produce ningún contratiempo, el canterano podría estar disponible para el compromiso liguero contra el Atlético Osasuna.