- ¿Cómo se ha sentido en el regreso al banquillo del Amfiv?

- Muy bien. Ya conocía a todo el grupo. A Txema Avendaño lo conocía de haber jugado contra nosotros hace dos años. Me faltaban Mosler y José Teijido. Haber trabajado ya con el grupo lo ha facilitado todo. No he tardado nada en integrarme. Siempre que llega un nuevo entrenador hay ilusión y ganas de demostrar cosas. El primer partido era más que asequible. Trabajamos para que el equipo esté a tono en las mejores citas que nos faltan.

- El grupo es prácticamente el mismo pero quizás hayan cambiado jerarquía o química. Con David Mouriz y Berni Costas, por ejemplo, tras participar en los Juegos.

- El grupo sigue igual. Es cierto que vivir unos Juegos Olímpicos ha permitido a David y Berni dar un paso adelante en cuanto a competición y liderazgo. A medida que vives experiencias vas creciendo como deportista. Ahora tenemos una convocatoria de la selección en la que también están Lorenzo (Envó) y Vicky (Alonso). El Amfiv va dando pasos adelante con la gente de la casa y se va acercando a la cabeza del básquet en silla nacional.

- Por razones evidentes, no es un vestuario como los de baloncesto convencional, con mucho movimiento cada temporada.

- Tener un grupo que año tras año está junto tiene partes muy positivas a nivel de implicación y de sentir el club como propio. Quizás la parte negativa sea la dificultad de convivir todos los días con las mismas caras a nivel de rutina. Pero es positivo tener un proyecto con gente de casa. De otra forma sería inviable, tal y como están las cosas.

- Respecto a un miembro de esa familia, ¿ha hablado ya con Pombo de su posible vuelta?

- Sé que quizás pueda volver a entrenar con nosotros. No sé si regresará. Es una decisión suya. Nosotros somos un club que compite a nivel profesional pero también de integración. Todo el mundo tiene cabida en el equipo. Es más una decisión de Moncho que del club.

- Usted hereda el cuerpo técnico de Julio Bernárdez.

- Conozco tanto a Óscar (Carbajo) como a Sergio (González) desde hace tiempo del Seis do Nadal, Salesianos? No tengo ninguna duda de que estaban haciendo un gran trabajo tanto a nivel personal como profesional. A mi integración también ha ayudado saber qué se estaba haciendo.

- En su primera etapa se caracterizó por querer innovar y aplicar sistemas del baloncesto convencional al de silla.

- En baloncesto convencional, la ventaja se suele quitar del uno contra uno. En baloncesto en silla se empieza a partir de los bloqueos, de que el jugador salga fuera y se creen superioridades, de lo que se llama el "man out" (dejar a un jugador fuera para que no suba a atacar o a defender). Hay similitudes en cuanto a jugar superioridades o que el tirador exterior también crea ventajas. Y a la vez los grandes son resolutivos dentro de la zona. Quizás las defensas sí que son muy diferentes. Los jugadores en silla no son tan agresivos, sino más conservadores. Se van haciendo cosas. Yo trato de crear una metodología como en básquet convencional, trabajar las cosas desde el detalle, que quizás en silla falta.

- El periodo de adaptación a su visión ya lo tiene avanzado la plantilla de hace dos temporadas. El jugador de silla suele ser reticente a los cambios.

- Sí. Y es más, el equipo aún conserva cosas que yo hice hace dos años. Las conservó Julio Bernárdez, en este caso, y cosas que hacía Julio las vamos a conservar. Un grupo es eso, asimilar cosas, compartir ideas y remar en una misma dirección. Yo permito que los jugadores me ofrezcan su valoración al final del entrenamiento de lo que hemos planteado. Hace dos años, jugando Euroliga, teníamos que meter una canasta contra Toulouse para ganar. Fueron los propios jugadores los que me dijeron que había una jugada que ellos utilizaban. La pusimos en práctica. El tiro no entró, pero la función de la jugada, que era dejar solo a Lorenzo para tirar, la conseguimos. Entre todos ayudamos al desarrollo del básquet en silla. Falta un impulso por parte de la federación a la hora de dar más información a los entrenadores, formarlos en este baloncesto y que todo sea más competitivo.

- Faltan cuatro jornadas. El objetivo de la permanencia está más que cumplido. Supongo que la idea es convencer al grupo de que es posible pelear por la segunda posición.

- Lo que les he dicho es que es bonito conseguir un objetivo tan rápido y es bonito ser ambiciosos y pelear por el siguiente objetivo. Pero sobre todo es bonito disfrutar de estos momentos. Temporadas como la que ha hecho el Amfiv son para disfrutar. El equipo juega suelto, gana partidos, está en buena dinámica. Lo que debemos plantearnos hasta el final de la temporada es divertirnos, intentar ganar y competir al máximo.

- Su continuidad está a expensas de alguna buena oferta del baloncesto convencional. Es una sensación un poco provisional.

- Al club le he dicho que de momento estamos en esta temporada. No tengo ninguna oferta fuera del Amfiv. Es un sinsentido plantearnos algo que pudiera pasar o no. Si pasase, hablaríamos de ello. Estamos centrados en estos dos meses. En verano veremos. No tiene sentido plantearse un problema que de momento no ha surgido y a lo mejor no surge.

- Dedicarse profesionalmente a entrenar es cada vez más difícil en LEB y otras categorías.

- Bastantes entrenadores españoles, por la reputación que nos hemos labrado a nivel de selecciones y clubes, están saliendo fuera. Tenemos casos como el de Mateo Rubio en Uruguay con Trouville, que es un equipo histórico; Paco García, que estuvo en Breogán y están en Brasil jugando la liga paulista? La crisis afecta mucho al baloncesto. Pero hay que pensar en positivo, que las cosas se van a arreglar y puede surgir una oferta, nunca se sabe cuándo. Ojalá surgiera. A uno le gusta crecer profesionalmente. Ya se vería. De momento estoy contento donde estoy y trabajando muy a gusto.