"Los que me conocen saben que no daré facilidades. No me gusta perder a nada", advierte Pasqui. El entrenador del Barça regresa hoy al Central, donde lo idolatraron. Su equipo está clavado en la segunda posición, prejubilado de la liga. Su adorado Pilotes, en cambio, se juega la vida. Pero no aconsejará relajación a sus hombres ni edulcorará su alineación: "Cada uno debe cumplir con sus obligaciones profesionales".

La clasificación obliga al Pilotes Posada a buscar puntos donde no parece haberlos. Le quedan cinco jornadas para acortar los cuatro puntos de distancia que le separan de Torrevieja o Arrate, a los que aún debe medirse. El choque se disputa en día y hora extraña, las 21.30, por premisa de TeleDeporte. El Barcelona, rendido al Ciudad Real en liga y victorioso en las copas, quiere culminar su temporada con la Liga de Campeones. El fin de semana disputan la ida de cuartos con el Veszprem húngaro. Vigo es para ellos una escala intrascendente, molesta. Con todo, su potencial les alcanzan para ganar sin pretenderlo. Lo hicieron en casa del impertinente Valladolid (30-33). Al Pilotes le toca hazaña si pretende puntuar.

Quique Domínguez se reencontrará con Pasqui, compañero de vestuario cuando estaban en activo y de oficina cuando el portero se convirtió en secretario técnico del club vigués. Pasqui mantiene cálida la relación con el técnico y con el presidente, Javier Rodríguez. "Hablamos a menudo, somos amigos, pero durante el partido cada uno mirará por sus intereses", indica el azulgrana.

Y eso que el Pilotes Posada le duele. "Me gustaría que nos enfrentásemos con el Barcelona en la primera posición y ellos en la segunda", dice exagerando el sueño. "Obviamente eso está fastidiado". Aunque conoce la capacidad de recuperación de la entidad académica, el ida y vuelta a la elite de los últimos años, preferiría que se les ahorrase ese trago a Domínguez y Rodríguez: "Yo creo que aún pueden salvarse. Me gustaría volver a jugar en As Travesas el año año que viene y allí además se disputa la Copa del Rey".

Tal cosa está en el aire, también en lo que a él respecta. En verano hay elecciones a la presidencia del Barcelona. Del candidato que venza dependerá lo que suceda con el organigrama de las demás secciones y si en la de balonmano se pone fin al virreinato de Masip, de quien Pasqui es mano derecha. "Pasito a pasito", proclama el entrenador, que asegura que al equipo "no le afecta en nada" esta incertidumbre. Lo único que los ocupa es ganar la Copa de Europa. Lo único que ocupa al Pilotes es salvarse. Son intereses compatibles, rezan en Vigo. García Mosquera y Ríos Martín pitan.