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"Esperamos con esperanza el rescate"

El padre del capitán Daniel Pena Valiño, el militar gallego desaparecido en el accidente del helicóptero del SAR, estaba ayer aún consternado. "Hemos pasado una noche fatal y de muchas emociones", recordaba Fernando Pena. El robot Rémora II había hallado la aeronave a las tres de la madrugada, con los cuerpos sin vida dentro de los cuatro militares desaparecidos, y se lo comunicaron inmediatamente. "Ha sido un alivio y estamos esperanzados", expone. Esa ilusión se debe fundamentalmente a que con las tareas de rescate se pueda llegar a recuperar los restos mortales de su hijo, a más de 2.300 metros de profundidad. "Técnicamente no nos han explicado cómo lo harán pero no será muy pronto", explica. "El Ejército ha trabajado muy bien", expresa ahora, pese a que él y su esposa, Josefina Valiño, denunciaron el pasado 25 de marzo, seis días después del accidente, la falta de medios de Defensa para buscar a su hijo. Posteriormente, el Ministerio contrató a la empresa Phoenix International, experta en estas operaciones.

El capitán Daniel Pena era natural de Vitoria pero pasó su infancia en A Coruña, donde viven sus padres y su hermano. La vocación de servir en el Ejército le vino por vía paterna, dado que su progenitor también es militar. Era un gran aficionado al fútbol, y practicaba varios deportes, como el triatlón.

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