Arte
100

El arte de desafiar los límites

“Decir que la vanguardia ha muerto es una traición a la lucha para cambiar el mundo”. La cita es de Antoni Tàpies y hace referencia a ese papel trasformador del arte que tomó fuerza en el arranque del siglo XX, con las vanguardias rebelándose contra el academicismo, empujando los límites establecidos y desafiando las normas.

En cada uno de los movimientos vanguardistas, (el impresionismo, el cubismo, el futurismo, el expresionismo, el dadaísmo…) el creador inventa nuevos lenguajes artísticos y se permite la libertad de experimentar. Eran tiempos difíciles, tiempos de cambio y Europa se convirtió entonces en el punto de referencia del mundo del arte.

Hoy, un siglo después, en plena revolución digital, los países de nuestro entorno trazan su camino hacia un futuro que viene de la mano de la innovación, la tecnología y una nueva manera de convivir con la naturaleza y el entorno. El planeta vive de nuevo una profunda transformación y el universo del arte vuelve a forzar sus costuras, indagando nuevas formas de expresarse sin ataduras ni estrecheces para derribar las últimas fronteras del arte: las del tiempo, las del espacio, las que separaban a la obra del espectador. Y en esa nueva vuelta de tuerca, Occidente mira hacia Japón.

Experiencias inmersivas ‘high-tech’

Adelantándose dos décadas a la universalización de la revolución digital, nacía en Japón teamLab, un innovador colectivo multidisciplinar formado por artistas, sí, pero también por ingenieros, programadores, matemáticos y arquitectos, que investiga los vínculos entre el arte, la tecnología y la naturaleza. “Nuestras obras de arte son creadas por un equipo de expertos a través de un proceso continuo de creación y pensamiento”, explican desde el equipo teamLab.

Flowers and People, Cannot be Controlled but Live Together.
  • Flowers and People, Cannot be Controlled but Live Together.
Floating Flower Garden / © teamLab.
  • Floating Flower Garden / © teamLab.
Forest of Resonating Lamps / © teamLab.
  • Forest of Resonating Lamps / © teamLab.
Sketch Ocean / © teamLab.
  • Sketch Ocean / © teamLab.
Moss Garden of Resonating Microcosms / © teamLab.
  • Moss Garden of Resonating Microcosms / © teamLab.
The Infinite Crystal Universe / © teamLab.
  • The Infinite Crystal Universe / © teamLab.
Expanding Three-dimensional Existence in Transforming Space / © teamLab.
  • Expanding Three-dimensional Existence in Transforming Space / © teamLab.

Sus obras son inmensas instalaciones multisensoriales y mutantes que otorgan al espectador un papel que va mucho más allá, de la observación pasiva. El comportamiento y las acciones del público provocan cambios en el espacio y generan imágenes únicas, fascinantes e irrepetibles en un proceso de creación colectivo que ofrece infinitas posibilidades. Con la tecnología como herramienta, sus instalaciones responden a la interacción del espectador en una sucesión y superposición infinita de imágenes, luz, color, música y movimiento.

Creadores del primer museo digital del mundo, la innovadora visión del arte de teamLab ha viajado desde Tokio al mundo (Madrid, Sidney, Los Ángeles, Nueva York, Helsinki, Barcelona, Estambul…). Y ha inspirado una nueva forma de renacimiento del arte en forma de exhibiciones 360º, que llevan las obras de artistas clásicos a un nuevo nivel y a un nuevo público. Las exposiciones inmersivas (de Klimt a Dalí, de Chagall a Picasso, de Monet a Frida Kahlo) son mainstream en las principales ciudades y el arte se “escapa” del corsé de los grandes museos para acercarse y conquistar a millones de espectadores.

El arte de atreverse a ser diferente

En esta vocación de impulsar el cambio haciendo lo que nadie había hecho antes es donde las vanguardias artísticas japonesas se dan la mano con el ADN innovador de Nissan. El diseño, la belleza, la innovación y la tecnología se alían para redefinir, como en esas experiencias de arte inmersivo, la interacción con nuestro coche y elevar a otro nivel la experiencia de la conducción, volviéndola más emocional y sensorial.

Como en el arte, la filosofía de Nissan se basa en el convencimiento de que el diseño de un producto evoca emociones a través de su estética. La relación que se establece entre el viajero y su coche hace imprescindible que en la concepción de cualquiera de sus detalles además de cumplir con sus funciones debe provocar una respuesta emotiva a través de la interacción sensorial. El interior del crossover eléctrico Nissan ARIYA fue concebido para ofrecer una sensación inmersiva de calma y serenidad.

  • El interior del crossover eléctrico Nissan ARIYA fue concebido para ofrecer una sensación inmersiva de calma y serenidad.
Iluminación de las puertas ANDON.
  • Iluminación de las puertas ANDON y patrones kumiko.
Controles táctiles hápticos.
  • Controles táctiles hápticos.

El futurismo japonés atemporal se siente kilómetro a kilómetro. Para ello, sus diseñadores e ingenieros prestaron una atención extrema al detalle, repensando el espacio del habitáculo, desde la ergonomía, a las texturas, el tacto, la iluminación, el sonido, las prestaciones… La belleza, por supuesto, también tiene un papel protagonista en la experiencia de conducción Nissan. La iluminación del ARIYA, inspirada en las lámparas de papel de los hogares en los días de los samuráis, y la presencia de patrones kumiko, una técnica de carpintería tradicional japonesa, se suman para crear una sensación de confort y una atmósfera de relajación.

El resultado es una innovadora experiencia sensorial de alta intensidad. Como la que ofrecen Lolo&Sosaku. De Tokio procede también el cincuenta por ciento de este dúo argentino-nipón cuyas performances desafían las fronteras de las artes y los límites de la experiencia artística. "Nuestro trabajo ocurre en los límites, los empuja, los desdibuja, los cuestiona", reflexionan.

Hard techno en el gran templo de la lírica

Su obra se mueve entre la escultura, la instalación, el arte cinético y la pintura. Pero la música electrónica es sin duda el punto culminante de su inspiración como lenguaje traducido en instalaciones sonoras y composiciones escultóricas. Sus propuestas atrapan al espectador. Y lo hacen en el Sónar, el festival referente en música y arte electrónico, pero también entre las centenarias paredes del Liceu de Barcelona, que mira al futuro deshaciéndose del estigma de reducto elitista con sus rompedoras puestas en escena. Entre los mármoles, frescos y dorados del elegante Salón de los Espejos, el público asiste a una bacanal de formas, líneas, materiales y sonidos que se ensamblan en esculturas en movimiento que actúan tomando su propia voz en una transformación continua e impredecible.

Igual que ellos, otros artistas japoneses que forman parte de la escena de las nuevas vanguardias (Daito Manabe, Tokujin Yoshioka, Tatsuo Miyajima, Ryoichi Kurokaw) exploran las posibilidades de la innovación tecnológica para experimentar nuevos lenguajes y poner del revés algunos conceptos establecidos. No sólo están transformando la naturaleza de los museos y el papel de los espectadores (ninguna obra está completa sin ellos). Además conectan con la filosofía de nuevas generaciones que valoran por encima de todo el disfrute del momento y vivir, en tiempo presente, la intensidad de la experiencia.