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En Madrid

"Esto lo vamos a parar": así se forzó la suspensión de la última etapa de la Vuelta a España

La tensión subió como una olla a presión a lo largo de todo el recorrido de la Vuelta a España por la capital, con la competición parada, varios puntos desbordados y continuos choques entre Policía y manifestantes

Las protestas propalestinas fuerzan la suspensión de la última etapa de la Vuelta a España

PI STUDIO

Héctor González

Madrid

La noticia de la suspensión de la última etapa de la Vuelta Ciclista a España a pocos kilómetros de la meta fue recibida con gritos de "no es una guerra, es un genocidio"; "Israel asesina, la Vuelta patrocina" y "esta Vuelta la vamos a parar" en vítores, aplausos y silbidos al aire de las miles y miles de personas que han abarrotado la capital este domingo para boicotear la última etapa de la competición.

La presión popular y la imposibilidad de contener a una multitud tan numerosa a lo largo de un trazado tan extenso, con varios puntos en los que los manifestantes han desbordado los controles policiales y cortado el recorrido, se ha terminado saldando con la suspensión definitiva de la competición. Con marabuntas de protestantes ocupando la calzada en la Gran Vía y la Castellana, la organización ha decidido ponerle punto y final a la competición en torno a las 18.30 horas de la tarde, tras un largo tiempo parada y con los corredores detenidos.

Entre el alivio y cierta incredulidad, los que hasta hace unos minutos cargaban contra las vallas y elevaban al cielo sus gritos de repulsa contra la participación de Israel, ahora toman las calles para celebrar entre proclamas a favor del pruebo palestino y el fin del genocidio en Gaza. No obstante, el ambiente festivo inicial no ha durado mucho, pues la Policía no ha tardado en reagruparse y avanzar para dispersar a la multitud.

Las calles del centro de la capital se han transformado en una sucesión de cargas, disparos de botes de humo, carreras y enfrentamientos entre los antidisturbios y los manifestantes más radicales. Pese a la cancelación de la prueba - principal objetivo de muchos de los presentes- puntos calientes como Neptuno o Callao han protagonizado alguno de los choques más violentos entre unos y otros, con varios grupos enzarzándose con la policía entre cubos volcados, vallas derribadas y banderas negras, blancas y verdes.

Encontronazos que han seguido jalonando los alrededores del trazado de la Vuelta más de una hora y media después de la suspensión, con 'lecheras' y agentes de la Policía Nacional y Municipal yendo de un lado a otro para contener la creciente escalada de violencia urbana, mientras el grueso de manifestantes ha ido desperdigándose paulatinamente.

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