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Política

El PP culpa a Sánchez de la suspensión de la última etapa de la Vuelta: "La violencia ha vencido al deporte"

Los populares, entre ellos Feijóo, Ayuso y Almeida, señalan al presidente del Gobierno y la izquierda respalda las protestas

Los ciclistas, escoltados por la policía.

Los ciclistas, escoltados por la policía. / EP

Andrea San Martín

Madrid

Madrid debía vivir este domingo la fiesta del ciclismo con la llegada de la última etapa de la Vuelta a España 2025. Sin embargo, lo que se esperaba como una jornada deportiva acabó convertido en un campo de tensión política y social. La irrupción de una multitudinaria protesta propalestina en el recorrido final obligó a suspender la etapa en pleno corazón de la capital, generando una tormenta política inmediata.

Un total de 22 policías nacionales han resultado heridos con contusiones de diversa consideración por el lanzamiento de vallas y objetos en los incidentes violentos registrados esta tarde en Madrid por las protestas propalestinas en el final de la última etapa de de La Vuelta, en las que dos personas han sido detenidas.

El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha denunciado mediante un comunicado publicado en sus redes sociales que el Gobierno "ha permitido e inducido la no finalización de La Vuelta" y ha asegurado que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, "estará orgulloso" del comportamiento de los manifestantes que han provocado la cancelación de la última etapa de la carrera, algo que ha tachado de "ridículo internacional televisado en todo el mundo".

Ayuso acusa a Sánchez de "animar al boicot"

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, apuntó directamente al jefe del Ejecutivo como responsable de lo sucedido. "Tanto si se para la carrera como si hay una sola agresión, Pedro Sánchez es el responsable directo. Ha animado al boicot y ha hecho daño al deporte y al país".

Posteriormente, reforzó su mensaje en declaraciones a los medios "Hay que protestar libremente pero no coaccionar a ciclistas. Esto va contra el deporte y la libertad". Su jefe de gabinete, Miguel Ángel Rodríguez, en la misma sintonía subrayó que "Sánchez quería coronarse como líder de la ultraizquierda mundial. Hoy quizás lo haya conseguido. Veremos las consecuencias para nuestro país y la indignación de los pacíficos que solo querían ver a unos ciclistas".

En este sentido, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, sostuvo que lo ocurrido fue fruto de "un odio alentado de forma irresponsable por dirigentes de la izquierda y especialmente por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez". Hizo un reconocimiento a los ciclistas, equipos y organización de la prueba por haber tratado de culminar la competición "pese a la intimidación y los ataques" sufridos en los últimos días. "Hoy hemos sido testigos de unos hechos graves e irresponsables, sin apenas precedentes en la historia de esta ciudad y también en España. Madrid no ha sido tomada por manifestantes pacíficos, sino por grupos violentos que han logrado suspender la última etapa de la Vuelta para vergüenza de nuestra ciudad y de nuestra nación", afirmó en una declaración institucional.

El regidor subrayó que "ningún ciclista es responsable de lo que está sucediendo en Gaza" y acusó a los manifestantes de pretender "imponer sus opiniones mediante la violencia", lo que, dijo, "pone fin a la convivencia pacífica y democrática". "Manifestarse es un derecho; poner en peligro la vida y la integridad física de las personas es un delito", recalcó.

La exministra y portavoz socialista en el Ayuntamiento de Madrid, Reyes Maroto, respondió de inmediato a las acusaciones del alcalde madrileño: "Madrid es un pueblo pacífico que se moviliza por causas justas como el genocidio en Gaza. Almeida lleva 15 días incendiando con palabras y hoy vuelve a señalar a otros de lo que pasa en su ciudad. Debe asumir su responsabilidad como alcalde y dejar, por una vez, de ser el portavoz del PP. Quiero trasladar mi reconocimiento a los servicios de seguridad y emergencias y a los deportistas y mi condena a cualquier acto violento".

Las palabras de Feijóo encontraron réplica inmediata en la secretaria de Organización del PSOE, Rebeca Torró, que respondió a Feijóo a través de las redes sociales: "No, @NunezFeijoo, las calles de Madrid alzando la voz contra la barbarie no ridiculizan la imagen de España: la honran. Si te indigna más la suspensión de La Vuelta que las 60.000 vidas palestinas arrebatadas, es para hacérselo mirar. Se llama humanidad".

También, la ministra de Educación, Formación Profesional y Deportes y portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, respondió de inmediato a Feijóo con un mensaje cargado de reproche: "Al genocidio lo llama ‘respuesta del Gobierno de Israel’ y al asesinato de más de 65.000 personas lo define como ‘pérdidas civiles de personas de origen palestino’. Esta carta indigna le perseguirá de por vida".

Díaz y Belarra celebran la protesta

En la izquierda, las reacciones fueron en sentido contrario. La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, expresó su apoyo explícito a las movilizaciones: "La sociedad española no tolera que se normalice el genocidio en Gaza en eventos deportivos y culturales. Israel no puede participar en ningún evento. Nuestra ciudadanía es un ejemplo de dignidad".

El secretario general del PSOE madrileño, Óscar López, defendió la legitimidad de las protestas y relativizó el impacto en la imagen internacional: "Que el pueblo de Madrid se manifieste contra un genocidio no perjudica la imagen de España. Al revés. Habla muy bien del pueblo de Madrid. Lo siento por La Vuelta, pero lo siento mucho más por cientos de miles de palestinos que están siendo masacrados".

Como respuesta, el consejero de Presidencia, Justicia y Administración Local de la Comunidad de Madrid y portavoz del Gobierno regional, Miguel Ángel García Martín, replicó a las palabras de López, y negó que las protestas representaran al conjunto de la ciudadanía: "Hoy no se ha manifestado el pueblo de Madrid, sino una banda de radicales violentos animados por un Gobierno radical que lo ha permitido para tapar sus vergüenzas. Un Gobierno que no condena la violencia, sino que la alimenta, no puede estar al frente del país".

Por su parte, la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, celebró directamente la suspensión de la etapa. "Hoy la movilización social ha vuelto a hacer lo que debería haber hecho el Gobierno hace mucho tiempo. ¡La Vuelta se para completamente en Madrid! Este genocidio lo va a detener la gente decente en todo el mundo", subrayó.

Sánchez, orgullo por las protestas

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, afirmó este domingo que las protestas propalestinas que marcaron la Vuelta Ciclista a España le llenaron de "orgullo". Lo dijo en el último día de la competición, horas antes de que estallaran los incidentes en Madrid, mientras se esperaban grandes manifestaciones en la capital para la etapa final. Las movilizaciones, dirigidas contra el equipo Israel-Premier Tech por la guerra en Gaza, interrumpieron varias etapas de la ronda e incluso llegaron a poner en duda que la carrera de 21 días pudiera completarse. En algunos casos, obligaron a acortar el recorrido y provocaron momentos de riesgo para los corredores, lo que derivó en acusaciones de haber puesto en peligro la seguridad del pelotón y de dañar la imagen internacional de España.

En sus primeras declaraciones públicas sobre el asunto, Sánchez expresó su "reconocimiento y respeto absoluto a los deportistas", pero también su "admiración a un pueblo como el español que se movilizó por causas justas, como la de Palestina". "España hoy brilló como ejemplo y como orgullo, ejemplo ante una comunidad internacional que vio cómo este país dio un paso al frente en la defensa de los derechos humanos", proclamó en un mitin del PSOE en Málaga.

Desde Ferraz, el PSOE replicó con dureza a través de su perfil de X: " "Violencia fueron los miles de civiles asesinados en Gaza por el fuego que cayó del cielo a diario enviado por el Gobierno de Israel. España dijo NO al genocidio. Dijo NO al asesinato de miles de hombres, mujeres y niños inocentes por parte del ejército de Israel. El pueblo de Madrid, como otros tantos a lo largo de La Vuelta, dignificó a España frente al mundo".

Críticas desde Israel

El ministro de Asuntos Exteriores de Israel, Gideon Saar, recriminó a Sánchez que "animara" a los manifestantes propalestinos antes de la cancelación de la última etapa de La Vuelta, que calificó como una "vergüenza" para España. "Hace unos días, el presidente del Gobierno español lamentó no tener una bomba atómica para detener a Israel. Hoy, animó a los manifestantes a salir a la calle", publicó Saar en su cuenta en la red social X.

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