La organización de la Vuelta se ha visto obligada a suspender este jueves la ascensión al Tourmalet, prevista para el domingo, ya que la prueba no podrá entrar en Francia debido a las restricciones y al toque de queda impuestos por las autoridades locales en la lucha contra la pandemia. Del mismo modo, el Giro, que el sábado ascendía el Izoard, tampoco podrá cruzar la frontera italiana.

Después de todo un día de negociaciones con las autoridades francesas, a última hora de la tarde la ronda española comunicó que se cancelaba el paso a Francia y que por lo tanto se veía obligada a modificar un trazado que incluía el final en el Tourmalet, considerado como uno de los grandes templos del ciclismo mundial.

Final en Formigal

La Vuelta tiene preparada una serie de planes B por si los rebrotes impiden que la carrera entre o pase por un territorio determinado debido a la pandemia del covid 19. La sexta etapa, ahora, continuará saliendo de la localidad de Biescas, en Huesca, el pueblo natal del ciclista Fernando Escartín, ahora director técnico de la Vuelta, y terminará en lo alto de la estación de Formigal con 146 kilómetros de recorrido y el paso previo por los puertos de Petralba y Cotefablo.