Fauna, vegetación, historia, ruinas... Todo ello impregnado con olor a mar y perfectamente accesible a través de una senda habilitada que incluso permite pasear sobre el agua. No son muchos los que conocen esta joya natural escondida en la ría de Vigo. Y eso que recientemente entró por la retina de millones de espectadores a través de una de las últimas series de Amazon. A mayores, muy cerca, se puede visitar también otro de los secretos que esonde el interior de la bahía viguesa: una coqueta insuiña.

Este paraje de gran valor natural escondido en la Ría de Vigo es uno de los muchos escenarios de la provincia de Pontevedra que destacan en la serie "Un asunto privado" de Amazon Prime y Bambú Producciones. Dos de los protagonistas, Marina Quiroga (Aura Garrido) y Héctor (Jean Reno), se despiden en uno de los rincones más bellos de este idílico paraje de las Rías Baixas: las Salinas do Ulló. Pero hay más. Muchos más.

Viaje por las salinas

Vista de una de las zonas de las Salinas do Ulló. Alberto Blanco

Las Salinas do Ulló son un pequeño tesoro natural que ha conseguido —al menos por el momento— huir de la masificación. Y eso que llevan ahí desde el siglo XVII. Fue durante el reinado de Felipe IV cuando se construyeron. A partir de 1637 fueron explotadas por los monjes del monasterio de Poio. Pero serían los Jesuitas los que, más tarde, empezarían a trabajarlas posteriormente con un mayor rendimiento económico.

Este mismpo año (2023), el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha publicado un proyecto desarrollado por el Concello de Vilaboa para investigar la historia y poner en valor este hermoso paraje. A mayores, se ha lanzado una página web exclusiva (www.salinasdoullo.gal) en la que se puede incluso realizar un viaje en 3D por las antiguas salinas. Pero su gran atractivo no se esconde tras la pantalla de un teléfono móvil o un ordenador. La mejor forma de respirar este lugar es paseándolo.

Una vista aérea de las salinas de Ulló con la verdadera “fábrica de sal” a la izquierda. F. Martínez

A grandes rasgos, en la zona se conservan parte de los muros y se pueden distinguir perfectamente los dos espacios en los que estaban divididas las salinas, por cuyo perímetro se puede caminar. El más amplio tiene una superficie aproximada de 12 hectáreas. Se trata de la gran balsa en la que se estancaba el agua para permitir su evaporización por la acción solar y conseguir la preciada sal.

El segundo, más pequeño, tiene 8 hectáreas y antiguamente se dividía en cuadrículas de pequeños cocederos que se utilizaban para que la sal terminara el proceso de evaporización y cristalizara.

A vista de dron

En el punto oeste del dique (casi en el mismo punto en el que se filmó una de las escenas de la serie "Un asunto privado") una senda se adentra hacia las marismas. Aquí se conservan las ruinas de las edificaciones de la Granja de las Salinas, edificio del siglo finales del XVIII y principios del XIX utilizado por la servidumbre y los terratenientes y que disponía de diversas dependencias para la manipulación de la sal y otros productos.

Molino de mareas

En el lado sur del Dique de la Ensenada se construyó también en el siglo XIX uno de los pocos ejemplos de molinos de mareas, que aprovechaba las corrientes de las pleamares para mover su maquinaria.

Zona en la que se ubica el que fue uno de los primeros molinos de mareas de Galicia. Gustavo Santos

Hoy se pueden ver los canales de las compuertas creadas para su utilización, así como las marcas donde se apoyaba la maquinaria de madera. No queda resto de ninguna edificación. Fue en el presente siglo XXI cuando se reconstruyó toda la la zona y se habilitó un hermoso paseo que cruza y rodea la marisma por el dique.

La zona cuenta incluso con parking para disfrutar del paseo, que se puede alargar cara el Este hasta el Paseo da Punta do Castelo, donde se encuentra la enigmática Cerca. El río Villil contiene una pequeña ruta en donde se puede también admirar una serie de molinos de agua dulce.