así llamada por la abundancia de hierro,

Monteferro: el vigía protegido por acantilados y cañones

Un recorrido circular, de unos cuatro kilómetros, desvela los secretos que una espesa vegetación resguarda del azote del mar y del viento

Como si tratase de alcanzar las Cíes, Monteferro se estira sobre el mar un kilómetro y medio. Esta península de Panxón, en Nigrán, es el saliente más prominente de la margen sur de la ría de Vigo, lo que le confiere cierto carácter de vigía.

Su privilegiada posición ofrece una panorámicas inigualable de las Illas Atlánticas, de las Estelas y hasta de Cabo Silleiro. Pero sus 100 hectáreas ofrecen mucho más que vistas. Un recorrido circular -de unos cuatro kilómetros- desvela los secretos que una espesa vegetación -formada principalmente por eucaliptos y pinos- resguarda del azote del mar y del viento. 

Monumento a la Marina Universal

Un enorme monolito de piedra de 25 metros de alto corona la cima del promontorio, que se alza 147 metros sobre el mar. Con él se honra a la Virgen del Carmen, patrona de los marineros. El empedrado de este sobrio monumento a la Marina Mercante Universal atesora una historia llena de avatares: ideada por el cónsul británico en Vigo como homenaje a los navegantes fallecidos en la Primera Guerra Mundial, tardó cuatro años en construirse, con derrumbe y modificación del proyecto original de por medio.

Batería militar

La ruta circular depara dos sorpresas de unas seis toneladas de peso. Son dos cañones que formaban parte de la batería J-3 de Monteferro, un sistema defensivo en la costa instalado en la Guerra Civil ante el temor del bando golpista a un ataque por mar. Esta red se extendía por las Rías Baixas con otros tres acuartelamientos: el J1 de O Grove, el J2 de Cabo Udra y el J4 de Cabo Silleiro.

Cañones, un faro, acantilados y petroglifos: la ruta que descubre los encantos de Monteferro

Cañones, un faro, acantilados y petroglifos: la ruta que descubre los encantos de Monteferro

La batería, que en origen estaba compuesta por tres cañones, constaba de búnker, polvorín, puestos de vigilancia y de mando, y dependencias para los militares. Las instalaciones fueron abandonadas en los años 80 y actualmente se hallan en estado ruinoso

Los cañones, del tipo Munaiz Argüelles, tenían un alcance de hasta casi 14 kilómetros. Estas armas, que ya superan los cien años, también muestran un estado preocupante: corroídos por la erosión de los elementos y el paso del tiempo, y víctimas del vandalismo.

En las inmediaciones de la batería J-3 se encuentra otro de los atractivos de Monteferro. Mucho más reciente que el resto pero con gran tirón entre los visitantes: un columpio. Este surgió como un regalo de una familia a su hijo, enamorado de las puestas de sol. El balancín, con unas privilegiadas vistas a las Cíes, se ha convertido en parada obligatoria de curiosos e instagramers.

Un faro entre acantilados

En el saliente más septentrional se sitúa el faro de Punta Lameda (también llamado Faro da Meda). Oculto tras un afloramiento rocoso, esta pequeña luminaria alerta de los agrestes acantilados que defienden Monteferro.

Su entrecortada y pétrea fisionomía contrasta con los amplios arenales que se extienden a su espalda: por un lado, Patos y por otro, A Madorra y Playa América.

Esta escarpada silueta solo da cabida a tres pequeñas calas en su parte sur: Portocelo, Area Fofa y Arribas Brancas

Cañones, un faro, acantilados y petroglifos: la ruta que descubre los encantos de Monteferro

Cañones, un faro, acantilados y petroglifos: la ruta que descubre los encantos de Monteferro

El embate del mar y del viento sobre el granito y el esquisto ha moldeado de forma caprichosa algunas rocas, confiriéndoles formas puntiagudas y dentadas. Estas son especialmente vistosas en un punto que se conoce como Puntal da Serra, debido a la forma de sierra que presenta un largo y estrecho brazo de roca en el mar.

La acción de las mareas no sólo se nota en superficie, sino también bajo el agua, donde el vaivén de la ría ha excavado pequeñas cuevas, también llamadas “furnas”. 

Petroglifos y jeroglíficos

En las inmediaciones de Punta Lameda se encuentra un panel de piedra con unas extrañas inscripciones: lazos, cruces, puntos, números entrelazados… Su significado sigue siendo un misterio pero no su autor, que fue desvelado hace unos años: un excéntrico cantero de Panxón.

Cañones, un faro, acantilados y petroglifos: la ruta que descubre los encantos de Monteferro

Cañones, un faro, acantilados y petroglifos: la ruta que descubre los encantos de Monteferro

Mucho más al sur, siguiendo la ruta circular, se encuentran los petroglifos de As Penisas Pequenas. Un conjunto de coviñas, surcos, representaciones de pies y molinos de unos 5.000 años de antigüedad diseminados en una roca de ocho metros cuadrados. 

Este petroglifo es uno de los más importantes de Galicia ya que concentra el mayor conjunto de molinos rupestres de la comunidad, con 21 insculturas. Se cree que estas excavaciones en piedra se usaban para moler frutos duros.