Areoso, la "Ávalon" gallega

Más allá de su fina arena, sus aguas cristalinas y el arrecife a flor de agua que rodea al islote, este “caribe gallego” es también una necrópolis prehistórica

Frente al parque natural de O Carreirón, a apenas kilómetro y medio de A Illa, se divisa un pequeño montículo arenoso. Como si una duna emergiese de las aguas en plena ría de Arousa. Este pequeño paraje de aspecto paradisíaco es el Islote Areoso. Pero más allá de su fina arena, sus aguas cristalinas y el arrecife a flor de agua que lo rodea, este “caribe gallego” es también una necrópolis prehistórica

Una duna que emerge de la ría

De apenas nueve hectáreas, con 600 metros de largo por 200 de ancho, el pequeño islote de arena fina muda su aspecto según las mareas, los vientos y las brumas. Estos bancos de niebla que la ocultan, le confieren ese aspecto misterioso y casi de ensoñación, lo que le ha valido a Areoso el apelativo de la “Ávalon gallega”, en referencia a esa isla legendaria de la mitología celta que se oculta entre brumas y donde yace el rey Arturo.  

Su parte norte es una lengua de arena, una duna activa, mientras que la sur, más elevada, presenta un afloramiento granítico cubierto por vegetación. Las mareas vivas llegan a separar con un brazo de agua ambos lados, convirtiendo Areoso en dos pequeñas islas por unas horas.  

Ávalon

Más allá de su aspecto paradisíaco, Areoso es una necrópolis prehistórica. Alberga cinco monumentos megalíticos, tumbas, así como vestigios de ocupación durante el Neolítico y la Edad de Bronce. La acción del viento y las mareas han destapado estos restos, en los que se han realizado distintas excavaciones con resultados sorprendentes como una mandíbula humana de época castrexa. Además, han aparecido una fíbula de la Edad del Hierro, fragmentos de cerámica, objetos de piedra y de metal, carbones…

Dentro de la mámoa mejor conservada, con una cámara formada por ocho losas y un pequeño corredor, apareció un vaso íntegro con dos hachas y una esfera de piedra.

¿Un cementerio en una isla mínima?

Aunque actualmente la vemos como una isla a kilómetro y medio de la Illa de Arousa, hace unos 3.500 años nada las separaba. Por entonces, el mar se situaba entre cinco y siete metros por debajo del nivel actual, y la línea de costa cientos de metros mar adentro. Esto explicaría la existencia de la necrópolis.

Frágil ecosistema sometido a mucha presión

Desde los años 80, Areoso ve peligrar su fisionomía debido a la erosión de las mareas y los vientos, que están desplazando la arena de sus dunas, que podrían desaparecer. A ello se ha sumado una creciente presión turística bajo el reclamo del “caribe gallego”, con multitud de visitas que han dado lugar a comportamientos incívicos que han puesto en peligro el yacimiento arqueológico y el delicado ecosistema de la isla.

Por ello, para proteger Areoso y mantener su delicado equilibrio se ha establecido un cupo de 150 visitantes en tres turnos con horario restringido: del amanecer a mediodía; de mediodía a las 16 horas; y de las 16 horas al atardecer.

Se puede llegar en kayak, en barco-taxi o embarcación privada.