El pulmón verde de Vigo ya respira la primavera

El mayor jardín público de la ciudad alberga, entre otros encantos, una camelia centenaria y la estatua púbica más antigua de la urbe

R.V.

Los jardines históricos del Pazo de Castrelos son el punto de la ciudad que alberga más joyas botánicas y uno de los enclaves más bellos de la ciudad para disfrutar de la primavera. El vergel data de finales del siglo XIX, con un diseño ordenado por el Marqués de Alcedo y María de los Milagros Elduayen VIII marquesa de Valladares.

En el recinto se pueden considerar cinco sectores bien diferenciados para un paseo con distintos ambientes y estilos: un jardín francés, de disposición geométrica y corte neoclásico estructurado sobre dos ejes; un jardín inglés, al estilo de los parques naturales donde los árboles crecen libremente; un jardín de acceso, una rosaleda y un bosquete.

Matusalén, el abuelo de todas las camelias

Cuenta con cuatro ejemplares que, ya sea por su valor natural, científico, didáctico o paisajístico forman parte del catálogo de "Árboles senlleiras" elaborado por la Xunta y que les otorgan un alto nivel de protección -en todo el municipio de Vigo hay siete-. Una de ellas es la camelia Matusalén, que preside el jardín francés y que recibe este nombre por su antigüedad. Se calcula que supera los 150 años. Se cree que fue plantada por orden del Marqués de Loureiro, quien en la década de 1870 fue el gran introductor de esta especie en Galicia.

También están reconocidos el tulipero de Virginia y el eucalipto azul, de más de un siglo, y el haya. Pero en sus más de cinco hectáreas se puede disfrutar de otras muchas variedades de plantas ornamentales y exóticas.

La estatua de Neptuno en Castrelos.

La estatua de Neptuno en Castrelos. / MARTA G. BREA

La estatua pública más antigua de Vigo

Bajo la sombra de un magnolio, se erige sobre un pequeño estanque una estatua de Neptuno, dios de las aguas dulces aunque sus dominios se extendieron luego a los mares. Esta talla de piedra, hoy solitaria, es lo único que queda de "La Fuente de Neptuno" que antiguamente estaba situada en Porta do Sol. La obra, del siglo XVII, es la estatua pública más antigua de la ciudad.

Pulmón verde

El Pazo Quiñones de León y el parque de Castrelos son propiedad del pueblo vigués gracias a la filantropía de D. Fernando Quiñones de León, Marqués de Alcedo, que sin descendencia, optó por donar sus propiedades en 1924 a condición de que su uso fuese público y se construyesen un museo y un parque.

El pazo, sus jardines, más la enorme zona verde que los rodea constituyen el parque más grande de Vigo con 220.000 m2. Es uno de los pulmones de la ciudad y uno de los lugares preferidos por los vigueses para pasear, tomar el sol, leer, ir de picnic o jugar con los pequeños de la familia.