Naturaleza en estado puro y rincones poco conocidos. Para aquellos que no se conforman con un simple paseo por uno de los muchos entornos naturales privilegiados de los que presume Galicia, sino que buscan algo más, proponemos varios planes con curiosos e inesperados atractivos. Son lugares singulares a tiro de piedra de Vigo que probablemente desconocías:

El bosque encantado de Aldán

Un paseo por el "bosque encantado" de Aldán

Un paseo por el "bosque encantado" de Aldán

El parque de O Frendoal es el hermoso paraje que se extiende tras la Casa Torre de Aldán, cuyos propietarios, los Condes de Canalejas, usaban como lugar de recreo: para paseos, jugar al croquet e incluso como coto de caza.

Un castillo custodia el entorno, visitable desde que las 6,5 hectáreas de la finca pasaron a disposición del Concello de Cangas. Es una pequeña edificación, construida en los años 60, con dos torres almenadas y un puente levadizo sobre el regato Orxas, que serpentea el terreno. Frente a él se hallan un campo de croquet y unos bancos para el descanso de los caminantes.

Monte Tetón, historia milenaria grabada en piedra

Uno de los enormes laberintos pétreos del Monte Tetón. Turismo Rías Baixas

Los petroglifos del monte Tetón (3.000-2.000 años a.C.) presumen del mayor laberinto de toda Europa. Los dos grabados más imponentes, Portaxes y Real Seco, forman parte de una ruta señalizada y se encuentran delimitados por una plataforma de madera para observarlos sin peligro.

La visita al Ecoparque Arqueológico del Monte Tetón, en Tomiño, conlleva un buen paseo, ya que las insculturas se encuentran en las partes más elevadas del terreno.

La ruta de los titanes de piedra

A pesar de sus dimensiones titánicas, los "penedos" de A Picaraña no se ven desde la N-120 a su paso por Ponteareas. Sin embargo, estas rocas de dimensiones extraordinarias y formas caprichosas emergen de la tierra y pueblan el monte de la parroquia de Arcos. Una ruta circular de cerca de 6 kilómetros enlaza una veintena de peñascos, los más singulares, identificados con sus nombres

  • La ruta de los titanes de piedra

    "Penedos" que desafían la gravedad y gigantes rocosos que afloran en el monte de A Picaraña sorprenden a los senderistas por sus dimensiones y caprichosas formas

Una joya histórica y ambiental

Pulmón económico, fabril, extractivo… y también pulmón de vida. La ensenada de Arnosa, en la costa de Sanxenxo es una de las zonas más singulares, delicadas y también maltratadas históricamente de Galicia, con suelos y un microclima propio, como repiten vecinos y cosecheros para explicar la enorme productividad marisquera y en general extractiva de la ensenada.

Una cumbre mágica marcada por el fuego y las luchas de poder

Esta mágica montaña, desde la que se otea ampliamente toda la ría de Vigo, ha dejado atrás luchas de poder que marcaron su destino para convertirse en un lugar donde reina la calma. Una ermita solitaria, en honor a la Virgen de las Nieves, domina el paisaje, con permiso de la “sobreira” centenaria que acaba de ser declarada Árbore Senlleira

  • Una cumbre mágica marcada por el fuego y las luchas de poder

    Una tradición secular marca el solsticio de verano en A Peneda.

Una luminosa procesión asciende esta montaña con la noche de San Juan. Son los fachos, una fiesta de origen pagano que celebra el cambio de estación y el fin de lo viejo y lo malo, que arde en la hoguera.

La isla 'secreta'

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Isla Medal: el secreto que emerge en el Verdugo Alberto Blanco

Emerge justo donde nace la ría de Vigo y da la bienvenida al cauce del río Verdugo tras atravesar la playa fluvial de Pontesampaio y los arcos del puente romano. Está escondida y probablemente por ello no es tan conocida. Se la conoce también como Insuíña, una isla de menos de 4.000 metros cuadrados que presume de un encanto muy particular y también de una historia de ilustres.

Se trata de la isla de Medal. Este pequeño islote que se rehabilitó en los últimos años perteneció al pintor y ceramista Antonio Medal Carrera (1902-1985). En esta pequeña isla bañada por los últimos coletazos del Verdugo —cuentan— se reunía con otros personajes ilustres de la época como Castelao, Asorey, Laxeiro, Valle Inclán o Ramón Cabanillas, entre otros muchos.