Galicia da la bienvenida a la primavera este miércoles, casi a las 23 horas. La naturaleza sale de su estado de hibernación para, poco a poco, desplegar toda su gama cromática en una explosión floral que coloreará nuestros jardines. En la provincia de Pontevedra tenemos distinguidos parques botánicos que, aunque tengan por reina a la camelia, no desmerecen al resto de plantas. Con la llegada de la nueva estación, estos vergeles deslumbran con cientos de especies en eclosión.

Castillo de Soutomaior (Soutomaior)

Flores bajo el "Balcón de las Damas". // Antonio Pinacho

Los amplios jardines de la fortaleza de Soutomaior son un deleite para los sentidos. La superficie que rodea al que fuera bastión de Pedro Madruga ocupa 25 hectáreas donde el visitante puede pasearse por unos viñedos, un bosque autóctono y parque botánico salpicado con estanques ornamentales. La conversión de este espacio en parque botánico no tuvo lugar hasta finales del siglo XIX, cuando los marqueses de la Vega de Armijo y de Mos iniciaron un proceso de remodelación del castillo y su entorno.

En los jardines hallamos especies procedentes de los cinco continentes: la araucaria de Neuquen, la secuoya, el ciprés de los pantanos, el pinsapo, el ciprés de Monterrey que conviven con magnolios, naranjos, eucaliptos y hasta castaños que rondan los 800 años.

El área frente al castillo se divide entre una zona arbolada y fresca, que ofrece un buen cobijo a la sombra; y otra ajardinada con flores de vivos colores que estallan dentro de una retícula de seto. Ambas están conectadas por unos serpenteantes caminos, con estanques y bancos para disfrutar del esplendor de la naturaleza.

Pazo de Oca (A Estrada)

Una nota de color ante uno de los afamados estanques. // Bernabé

El conocido como "Versalles gallego" maravilla al visitante. Junto al gran pazo barroco del siglo XIII se extienden a lo largo de 14 hectáreas sus afamados jardines. El inmueble, propiedad de la Fundación Casa Ducal de Mendinaceli, combina la arquitectura clásica gallega en piedra con el espectáculo botánico autóctono y foráneo. El agua es el hilo conductor entre los distintos ámbitos que componen esta propiedad señorial y gran protagonista de los atractivos estanques que dominan el jardín.

El pazo es uno de los mejores exponentes de la jardinería en Galicia, donde el boj, las camelias, las azaleas, palmeras y rododendros se alternan con robles, castaños, nogales y abedules entre senderos y magníficas lagunas. Los ejemplares criptomeria, tejo, magnolias perennifolias, Árbol de Júpiter, secuoya roja, arce blanco o laurel cerezo también caben en este paraíso botánico.

Además de los estanques, uno de los puntos más fotografiados del pazo de Oca es el paseo de los tilos, cuyos orígenes se remontan al siglo XIX.

Pazo de Rubianes (Vilagarcía de Arousa)

Nenúfares en el estanque del pazo. // P.P.

El parque botánico de Rubianes empezó a tomar forma a finales del siglo XVII, con un proyecto de jardinería en el área que rodea al pazo y su conocido estanque de las ranas.

Su superficie total abarca 70 hectáreas, aunque buena parte está ocupada por viñedos. El jardín de extiende por unas 14 hectáreas que albergan hasta 700 especies: magnolios, calocedros, criptomerias, eucaliptos, alcanfores, fresnos, araucarias, robles, alcornoques, camelias... con ejemplares que superan la centuria.

Laberintos de boj, praderas, viñedos, árboles centenarios y exóticos se suceden en una visita que ofrece entornos tan distintos como embriagantes, regados por la historia del único señorío de Galicia que dio nombre a Vilagarcía de Arousa.

Pazo de La Saleta (Meis)

El aspecto salvaje del jardín. // Pazo de A Saleta FB

Este jardín rodea a un pazo de labranza del siglo XVIII de propiedad privada que se sitúa en Meis. Ocupa una superficie de cinco hectáreas y está concebido al estilo inglés del "wild garden", de ahí su aspecto de asilvestrado. De hecho, es el más reciente de todos, ya que surgió de la inspiración de la arquitecta paisajista Brenda Colvin en 1970 a petición de los antiguos dueños de la finca, un matrimonio británico. Este parque posee actualmente una de las colecciones botánicas más variadas de Galicia con especies de Australia, Nueva Zelanda, Sudáfrica, Sudamérica, Estados Unidos y Asia.

Esta pradera salvaje alberga un bosque con cerca de 2.000 árboles y unas 800 especies, donde conviven alcornoques o robles con especies orientales como rododendros o azaleas, además de proteáceas y mirtáceas australianas o ericáceas sudamericanas.

Pazo Quinteiro da Cruz (Ribadumia)

Los pétalos de vivos colores destacan sobre los elementos de piedra. // Pazo Quinteiro de Cruz FB

Situado en el corazón de O Salnés, en Ribadumia, el pazo Quinteiro da Cruz reúne todos los elementos de la arquitectura popular gallega: una casa solariega con patio interior, una capilla, un largo hórreo de quince metros, un palomar y un estanque. A su alrededor brotan jardines de inspiración francesa.

Este vergel cuenta además con viñedos de albariño y un bosque autóctono. El parque botánico alberga cientos de especies, muchas de ellas tropicales y exóticas. Los jardines poseen una zona diseñada a finales del siglo XIX por el jardinero y paisajista de origen francés Dorgambide, que a mediados de los años 80 del pasado siglo reformularía el español Victoriano Piñeiro Acosta, que restauró la flora existente de acuerdo con la tradición histórica.