Miradores de Galicia: los imprescindibles para ver y (ad)mirar en Vigo

Galiñeiro, Cepudo, Domaio, Maruxento… La lista de los mejores balcones a la ría

Lo más bonito de Vigo son sus vistas. Esta especie de mantra turístico suele enervar a los habitantes locales, conocedores de muchos preciosos lugares con los que deleitar la vista de la ciudad desde dentro. Pero lo cierto es que el entorno de Vigo es impresionante y las diferentes opciones que ofrecen sus miradores, algunos más oficiales que otros, son numerosas y para todos los gustos. De norte a sur y desde fuera de la ría hasta el interior, lo bueno de las cuestas de Vigo y su entorno es que multiplican las posibilidades ver y mirar –o viceversa porque ya se sabe que por estas tierras no está muy clara la diferencia entre ambos verbos sensoriales– alguna perspectiva de la ría, las verdes faldas de las montañas, o el poderío industrial con esa belleza de las grúas y los contenedores que no todo el mundo sabe apreciar.

Así se 'traga' la niebla a la ría de Vigo

Pablo Hernández Gamarra

Vaya por delante que resulta imposible seleccionar los “mejores” miradores de Vigo y mucho menos acotar un número reducido que quepa en dos páginas de periódico, pero nos atrevemos a proponer aquí nueve vistas imprescindibles para disfrutar de la ciudad y su entorno, la mayoría desde el término municipal, pero algunos también desde otros concellos y al otro lado de la Ría.

A Guía, Madroa, O Castro, Monte Cepudo (en Valadares), parque forestal Maruxento (en Matamá) parque forestal de Beade, Domaio, Alto do Príncipe (en Cíes) y el Galiñeiro (entre Vigo y Gondomar) son las propuestas.

Mención especial merece este último, el monte do Galiñeiro, que preside este artículo como techo de Vigo que es. Es el monte omnipresente, cuyo perfil rocoso se distingue casi desde cualquier lugar de la comarca. La montaña por excelencia de Vigo ofrece vistas desde sus más de 700 metros de altura tanto hacia la ciudad y su ría, como de la zona de Zamáns y el campus o del Val Miñor. Minerales únicos en la Península Ibérica, especies de flora y fauna protegidas como la rana patilonga o la posibilidad de encontrarnos con ganado salvaje o aves rapaces constituyen algunos ejemplos de su riqueza natural; que se complementa con una riqueza patrimonial protagonizada por mámoas, petroglifos o molinos. Es el lugar preferido para senderistas o ciclistas el fin de semana y es frecuente ver escaladores en sus paredes intentando avanzar. Sea de la forma que sea, siempre resulta gratificante alcanzar su cima... y mirar.

Parque forestal de Beade

La espectacular vista de la ría que se otea desde lo más alto del Monte Galiñeiro.

La espectacular vista de la ría que se otea desde lo más alto del Monte Galiñeiro. / Marta G. Brea

Los amantes de la fotografía no deberían perderse la puesta de sol sobre la Ría desde el Parque forestal de Beade. Situado al lado del campus universitario. Este mirador ofrece una completa vista del territorio vigués con las Cíes, como casi siempre, al fondo. El Vigo más rural, el más urbano, la industria, la entrada de la ría, o parte de la península del Morrazo se reúnen en una de las mejores vistas sobre el territorio vigués. Con una superficie de 9,3 hectáreas se trata seguramente del parque forestal que más servicios ofrece: una completa área recreativa con cafetería-restaurante, zona de juegos infantiles, área con mesas y parrillas.

A Madroa

Parque forestal de Beade. Los amantes de la fotografía no deberían perderse la puesta de sol sobre la Ría desde el Parque forestal de Beade. Situado al lado del campus universitario. Este mirador ofrece una completa vista del territorio vigués con las Cíes, como casi siempre, al fondo. El Vigo más rural, el más urbano, la industria, la entrada de la ría, o parte de la península del Morrazo se reúnen en una de las mejores vistas sobre el territorio vigués. Con una superficie de 9,3 hectáreas se trata seguramente del parque forestal que más servicios ofrece: una completa área recreativa con cafetería-restaurante, zona de juegos infantiles, área con mesas y parrillas.

Parque forestal de Beade. Los amantes de la fotografía no deberían perderse la puesta de sol sobre la Ría desde el Parque forestal de Beade. Situado al lado del campus universitario. Este mirador ofrece una completa vista del territorio vigués con las Cíes, como casi siempre, al fondo. El Vigo más rural, el más urbano, la industria, la entrada de la ría, o parte de la península del Morrazo se reúnen en una de las mejores vistas sobre el territorio vigués. Con una superficie de 9,3 hectáreas se trata seguramente del parque forestal que más servicios ofrece: una completa área recreativa con cafetería-restaurante, zona de juegos infantiles, área con mesas y parrillas. / Marta G. Brea

El monte de A Madroa ofrece una impresionante visión de norte a sur de la ciudad, una estampa que se complementa con las guardianas de la ría, las Islas Cíes. La entrada de la ría en la ciudad y la mayor parte de los barrios están a un golpe de vista desde este mirador. Desde Travesía de Vigo al Castro (en el centro de la imagen) o Teis, esta vista permite contemplar como se expande la ciudad y constituye un pequeño lujo al alcance de toda la ciudadanía. La próxima vez que se tome la carretera de la Madroa para ir al parque zoológico, por ejemplo, merece la pena dedicarle unos minutos a este mirador o a su vecino del parque Vixiador, lugar de recreo, rutas en bici y senderismo.

Desde A Guía

Alto do Príncipe. Desde el mirador del Alto do Príncipe se encuentran quizás las mejores vistas de las Islas Cíes, situada en la isla norte o Monteagudo. Desde la conocida como silla de la Reina, se abre ante los afortunados que alcancen esta cota la vista del resto del archipiélago con sus aguas cristalinas y frías, una característica, esta última, que no se ve pero se intuye. El perfil montañoso de las otras dos islas, la del Faro –la isla vecina– y San Martiño sugiere la perspectiva geológica del paso del tiempo, evocando un pasado en el las islas formaban un continuo con Monteferro y A Groba. La vista se completa con una perspectiva del monte de A Groba y Cabo Silleiro al fondo.

Alto do Príncipe. Desde el mirador del Alto do Príncipe se encuentran quizás las mejores vistas de las Islas Cíes, situada en la isla norte o Monteagudo. Desde la conocida como silla de la Reina, se abre ante los afortunados que alcancen esta cota la vista del resto del archipiélago con sus aguas cristalinas y frías, una característica, esta última, que no se ve pero se intuye. El perfil montañoso de las otras dos islas, la del Faro –la isla vecina– y San Martiño sugiere la perspectiva geológica del paso del tiempo, evocando un pasado en el las islas formaban un continuo con Monteferro y A Groba. La vista se completa con una perspectiva del monte de A Groba y Cabo Silleiro al fondo. / Marta G. Brea

En el barrio de Teis se encuentra el monte de A Guía y su ermita, que oficialmente se denomina A Nosa Señora das Neves. A Guía ofrece una de las mejores vistas urbanas de Vigo. Dicen que A Guía es el monte que vigila el mar y desde su cima se puede contemplar tanto el perfil natural de la ciudad, con la ría desde muy cerca, como el más industrial y urbano. Hace muchos años el monte de A Guía era el lugar elegido por las esposas de los marineros vigueses para encender hogueras que les sirvieran de faro para volver a casa y esta elección no fue casual, porque la perspectiva que ofrece A Guía es privilegiada. Además, el entorno se presta a un agradable paseo solo en compañía.

Alto do Príncipe

Domaio. Uno de los mejores miradores de la Ría de Vigo no está precisamente en Vigo, sino en Moaña, concretamente en Domaio. La ciudad se ve en su espejo que le devuelve su imagen más urbana. Aquí el visitante puede contemplar la urbe de frente. Hay quien escribió que Vigo desde O Morrazo parece Nueva York. En esta poderosa panorámica el protagonista es el mar, con sus bateas y el perfil costero de Vigo que trepa hacia sus montañas. La vista permite ver la ría en todo su esplendor, desde el estrecho de Rande hasta la bocana de la ría con Cabo Home y Cabo Silleiro. El mirador se sitúa en monte do Faro de Domaio, con 627,8 metros sobre el nivel del mar.

Domaio. Uno de los mejores miradores de la Ría de Vigo no está precisamente en Vigo, sino en Moaña, concretamente en Domaio. La ciudad se ve en su espejo que le devuelve su imagen más urbana. Aquí el visitante puede contemplar la urbe de frente. Hay quien escribió que Vigo desde O Morrazo parece Nueva York. En esta poderosa panorámica el protagonista es el mar, con sus bateas y el perfil costero de Vigo que trepa hacia sus montañas. La vista permite ver la ría en todo su esplendor, desde el estrecho de Rande hasta la bocana de la ría con Cabo Home y Cabo Silleiro. El mirador se sitúa en monte do Faro de Domaio, con 627,8 metros sobre el nivel del mar. / Marta G. Brea

Desde el mirador del Alto do Príncipe se encuentran quizás las mejores vistas de las Islas Cíes, situada en la isla norte o Monteagudo. Desde la conocida como silla de la Reina, se abre ante los afortunados que alcancen esta cota la vista del resto del archipiélago con sus aguas cristalinas y frías, una característica, esta última, que no se ve pero se intuye. El perfil montañoso de las otras dos islas, la del Faro –la isla vecina– y San Martiño sugiere la perspectiva geológica del paso del tiempo, evocando un pasado en el que las islas formaban un continuo con Monteferro y A Groba. La vista se completa con una perspectiva del monte de A Groba y Cabo Silleiro al fondo. 

Domaio

A Madroa. El monte de A Madroa ofrece una impresionante visión de norte a sur de la ciudad, una estampa que se complementa con las guardianas de la ría, las Islas Cíes. La entrada de la ría en la ciudad y la mayor parte de los barrios están a un golpe de vista desde este mirador. Desde Travesía de Vigo al Castro (en el centro de la imagen) o Teis, esta vista permite contemplar como se expande la ciudad y constituye un pequeño lujo al alcance de toda la ciudadanía. La próxima vez que se tome la carretera de la Madroa para ir al parque zoológico, por ejemplo, merece la pena dedicarle unos minutos a este mirador o a su vecino del parque Vixiador, lugar de recreo, rutas en bici y senderismo.

A Madroa. El monte de A Madroa ofrece una impresionante visión de norte a sur de la ciudad, una estampa que se complementa con las guardianas de la ría, las Islas Cíes. La entrada de la ría en la ciudad y la mayor parte de los barrios están a un golpe de vista desde este mirador. Desde Travesía de Vigo al Castro (en el centro de la imagen) o Teis, esta vista permite contemplar como se expande la ciudad y constituye un pequeño lujo al alcance de toda la ciudadanía. La próxima vez que se tome la carretera de la Madroa para ir al parque zoológico, por ejemplo, merece la pena dedicarle unos minutos a este mirador o a su vecino del parque Vixiador, lugar de recreo, rutas en bici y senderismo. / Marta G. Brea

Uno de los mejores miradores de la Ría de Vigo no está precisamente en Vigo, sino en Moaña, concretamente en Domaio. La ciudad se ve en su espejo que le devuelve su imagen más urbana. Aquí el visitante puede contemplar la urbe de frente. Hay quien escribió que Vigo desde O Morrazo parece Nueva York. En esta poderosa panorámica el protagonista es el mar, con sus bateas y el perfil costero de Vigo que trepa hacia sus montañas. La vista permite ver la ría en todo su esplendor, desde el estrecho de Rande hasta la bocana de la ría con Cabo Home y Cabo Silleiro. El mirador se sitúa en monte do Faro de Domaio, con 627,8 metros sobre el nivel del mar.

O Castro

O Castro. Con 149 metros de altura, el monte de O Castro constituye el punto más elevado del entorno urbano y uno de sus pulmones verdes, junto con el parque de Castrelos. La grandeza de la ciudad y su puerto en primer término, los montes de O Morrazo en la otra orilla y las Cíes al fondo componen el hermoso “cuadro” que se puede observar desde uno de los miradores más populares de Vigo. Además, de camino a la cima, el visitante puede acercarse al origen de la ciudad gracias al yacimiento arqueológico musealizado, ubicado en la ladera del Castro, de 1.800 m² que incluye la reconstrucción de 3 edificaciones castreñas de uno de los poblados más extensos y evolucionados de Galicia. | // FOTOS: MARTA G. BREA

O Castro. Con 149 metros de altura, el monte de O Castro constituye el punto más elevado del entorno urbano y uno de sus pulmones verdes, junto con el parque de Castrelos. La grandeza de la ciudad y su puerto en primer término, los montes de O Morrazo en la otra orilla y las Cíes al fondo componen el hermoso “cuadro” que se puede observar desde uno de los miradores más populares de Vigo. Además, de camino a la cima, el visitante puede acercarse al origen de la ciudad gracias al yacimiento arqueológico musealizado, ubicado en la ladera del Castro, de 1.800 m² que incluye la reconstrucción de 3 edificaciones castreñas de uno de los poblados más extensos y evolucionados de Galicia. | // FOTOS: MARTA G. BREA / Marta G. Brea

Con 149 metros de altura, el monte de O Castro constituye el punto más elevado del entorno urbano y uno de sus pulmones verdes, junto con el parque de Castrelos. La grandeza de la ciudad y su puerto en primer término, los montes de O Morrazo en la otra orilla y las Cíes al fondo componen el hermoso “cuadro” que se puede observar desde uno de los miradores más populares de Vigo. Además, de camino a la cima, el visitante puede acercarse al origen de la ciudad gracias al yacimiento arqueológico musealizado, ubicado en la ladera del Castro, de 1.800 m² que incluye la reconstrucción de 3 edificaciones castreñas de uno de los poblados más extensos y evolucionados de Galicia.

Monte Cepudo

Monte Cepudo. Situado frente a las Islas Cíes, el mirador del Monte Cepudo se encuentra al lado de los parques forestales de Coruxo y Saiáns, sobrevolando la línea costera de las playas. Desde sus 527 metros de altitud, la ría de Vigo se presenta majestuosa, con la isla de Toralla en primer plano, las Cíes en el término medio y amplias vistas del litoral de las Rías Baixas hacia el noroeste. Desde este punto también se puede contemplar la costa de Nigrán y Baiona. Situado por encima del Monte Alba, cuenta con una amplia área de ocio y constituye uno de los lugares predilectos para senderistas, ciclistas de todos los niveles y muy buen sitio para pasear también con los perros con buenas vistas.

Monte Cepudo. Situado frente a las Islas Cíes, el mirador del Monte Cepudo se encuentra al lado de los parques forestales de Coruxo y Saiáns, sobrevolando la línea costera de las playas. Desde sus 527 metros de altitud, la ría de Vigo se presenta majestuosa, con la isla de Toralla en primer plano, las Cíes en el término medio y amplias vistas del litoral de las Rías Baixas hacia el noroeste. Desde este punto también se puede contemplar la costa de Nigrán y Baiona. Situado por encima del Monte Alba, cuenta con una amplia área de ocio y constituye uno de los lugares predilectos para senderistas, ciclistas de todos los niveles y muy buen sitio para pasear también con los perros con buenas vistas. / Marta G. Brea

Situado frente a las Islas Cíes, el mirador del Monte Cepudo se encuentra al lado de los parques forestales de Coruxo y Saiáns, sobrevolando la línea costera de las playas. Desde sus 527 metros de altitud, la ría de Vigo se presenta majestuosa, con la isla de Toralla en primer plano, las Cíes en el término medio y amplias vistas del litoral de las Rías Baixas hacia el noroeste. Desde este punto también se puede contemplar la costa de Nigrán y Baiona. Situado por encima del Monte Alba, cuenta con una amplia área de ocio y constituye uno de los lugares predilectos para senderistas, ciclistas de todos los niveles y muy buen sitio para pasear también con los perros con buenas vistas.

Maruxento

Maruxento. Este auténtico balcón de Vigo se encuentra en la parroquia de Matamá. El mirador del parque forestal do Maruxento permite ver toda la morfología de la ciudad más grande de Galicia, que contiene de todo en su interior. El Vigo rural de las parroquias, la industria con el protagonismo de la antigua PSA –hoy Stellantis– a la derecha y el núcleo urbano concentrado hacia la costa. El monte veciaal de Matamá cuenta con 16,5 hectáreas y es el más próximo la zona urbana. La zona fue afectada por los incendios de 2017, y se plantaron más de 10.000 ejemplares de árboles y arbustos autóctonos. El área recreativa cuenta con mesas y parrillas habilitadas por la comunidade de montes de vecinos.

Maruxento. Este auténtico balcón de Vigo se encuentra en la parroquia de Matamá. El mirador del parque forestal do Maruxento permite ver toda la morfología de la ciudad más grande de Galicia, que contiene de todo en su interior. El Vigo rural de las parroquias, la industria con el protagonismo de la antigua PSA –hoy Stellantis– a la derecha y el núcleo urbano concentrado hacia la costa. El monte veciaal de Matamá cuenta con 16,5 hectáreas y es el más próximo la zona urbana. La zona fue afectada por los incendios de 2017, y se plantaron más de 10.000 ejemplares de árboles y arbustos autóctonos. El área recreativa cuenta con mesas y parrillas habilitadas por la comunidade de montes de vecinos. / Marta G. Brea

Este auténtico balcón de Vigo se encuentra en la parroquia de Matamá. El mirador del parque forestal do Maruxento permite ver toda la morfología de la ciudad más grande de Galicia, que contiene de todo en su interior. El Vigo rural de las parroquias, la industria con el protagonismo de la antigua PSA –hoy Stellantis– a la derecha y el núcleo urbano concentrado hacia la costa. El monte vecianal de Matamá cuenta con 16,5 hectáreas y es el más próximo la zona urbana. La zona fue afectada por los incendios de 2017, y se plantaron más de 10.000 ejemplares de árboles y arbustos autóctonos. El área recreativa cuenta con mesas y parrillas habilitadas por la comunidade de montes de vecinos.