Diez enclaves para sentir el síndrome de Stendhal

Las comarcas atesoran parajes naturales que hasta permiten ver a la vez aldeas de las cuatro provincias | El interés por el turismo de naturaleza motivó su puesta en valor en los últimos años

Diez enclaves para sentir el síndrome de Stendhal

Diez enclaves para sentir el síndrome de Stendhal / FDV

X. Salgueiro

Si algo bueno nos dejó el COVID fue un incremento de otros tipos de turismo, más allá del de sol y playa. Rutas de senderismo y turismo industrial, por ejemplo, ayudan a que se recobren o se mantengan parajes naturales y edificaciones que forman parte de nuestro pasado y nuestro devenir.

Ya venían de años atrás, pero desde el coronavirus hubo una vorágine de bancos y columpios en las zonas con mejores vistas de Galicia, tanto para sacarse una foto como para disfrutar cómodamente de la panorámica. Ahí está el columpio para ver los cañones del Sil, en Sober o el banco del mirador de A Teoira, en Marín. Cuando uno visita por primera vez algunos enclaves arquitectónicos y naturales de Deza y Tabeirós, puede que eche en falta tener donde sentarse, pero lo que sí es muy probable es que llegue a sentir lo que mismo que le pasó a Stendhal, el escritor francés, cuando vio la basílica de la Santa Cruz en Florencia, Italia. ¿Y qué se siente, ya sea ante una obra de arte bellísima como ante un mirador natural que nos quita hasta el habla? Pues una elevación del ritmo cardíaco, mareos y hasta una sensación de fatiga o inmensa alegría, por la tremenda hermosura de lo que ven nuestros ojos.

La experiencia personal más próxima al síndrome de Stendhal de quien esto escribe fue al toparse por primera vez ante la cripta del monasterio de Carboeiro y el viaducto de Ponte Ledesma. Junto a estas líneas, recogemos otra decena de lugares, todos ellos enclaves naturales, que o bien ya están consolidados como zona a visitar en las comarcas, o bien van ganando puntos gracias al trabajo de puesta en valor de asociaciones culturales y vecinales como de la propia administración local. Pero hay muchos, muchos más rincones a los que acudir para disfrutar del silencio, como recomienda Depeche Mode, y de la inmensidad de un buen paisaje. Sobra decir que varios de estos enclaves (A Madanela o Serra do Faro, por ejemplo) tienen desde hace décadas un fuerte sentido religioso, con romerías que año tras año reúnen a centenares de fieles. Son enclaves cristianizados porque en su entorno, como suele ocurrir, también fueron localizados yacimientos arqueológicos.

Ahora que estamos en la recta final del verano, estas diez recomendaciones son un buen plan para un pequeño viaje solos, en pareja o en familia, para redescubrir pequeñas joyas que están cerca de casa y que, por cierto, nos van a dar una idea de hasta qué punto es necesario cuidar nuestros montes y nuestras aguas para que la naturaleza siga siendo verde y azul.

MIRADOR DE DOZÓN

Mirador do Dozón

Mirador do Dozón / BERNABE/BARBARA CUIÑA

Cómo ver los concellos de las dos comarcas a 755 metros de altitud

Este mirador está abierto al público desde el pasado mes de marzo. Se ubica tras el polígono industrial de Dozón y permite, en días despejados, ver puntos de los demás concellos de las dos comarcas, así como otras cumbres como Pena de Francia, O Faro, O Candán y Monte do Carrio. La ubicación se debe a que por la zona transcurre un tramo de la Vía da Prata, así que el mirador se convierte, para decenas de peregrinos, en un muy buen motivo para hacer un alto en el Camino y disfrutar de las vistas. No olvidemos que en Dozón, cerca del mirador, tenemos dos puntos donde las panorámicas son excelentes: el Alto de San Martiño y el Alto de Santo Domingo.

MONTE FARELO

Monte Farelo

Monte Farelo / Á.U.B.

Un giro para ver tierras de las cuatro provincias gallegas

La cumbre del Monte Farelo está a 953 metros de altitud. La sierra divide, o une, Agolada y Antas de Ulla, así que también sirve de límite entre las comarcas de Deza y A Ulloa. El mirador de este monte está próximo al vértice geodésico y nos permite una visión de 360º, de modo que podemos ver las cuatro provincias gallegas, desde la Serra do Careón en Melide hasta los Ancares lucenses y desde O Faro y O Candán hasta toda la comarca dezana.

PANTANO DE PORTODEMUROS

Si llueve, el Ulla presume de inmensidad en Portodemouros; si amenaza sequía, emerge O Marquesado.

Si llueve, el Ulla presume de inmensidad en Portodemouros; si amenaza sequía, emerge O Marquesado. / JOSÉ RAMÓN MOIRE

Si llueve, el Ulla presu me de inmensidad; si amenaza sequía, O Marquesado emerge

En 2011 y 2017, y también desde hace escasas semanas, el descenso del agua embalsada en Portodemouros permite ver las casas de O Marquesado, aldea anegada a mediados de los años 60 durante la construcción de la presa. En 2016, sin embargo, la intensidad de las lluvias fue tal que el pantano, con 297 Hm3 de capacidad, tuvo que emplear el aliviadero. La presa ocupa terrenos de Vila de Cruces, Agolada, Arzúa y Santiso. En Brocos cuenta con un área recreativa muy utilizada, sobre todo desde que está en marcha un club de deportes náuticos, y desde 1977 un ferry se encarga de transportar viajeros, turismos o maquinaria agrícola de una a otra orilla.

ALTO DE XINDIRIZ

Alto de Xindiriz

Alto de Xindiriz / ALTO DE XINDIRIZ

La frontera entre Silleda y A Estrada en la que se honra a San Sebastián

El Alto de Xindiriz o da Rocha, como ocurre con el Monte Farelo, también sirve de límite entre dos tierras, en este caso entre las de Silleda y A Estrada. Sus vistas cuentan además con una capilla en honor a San Sebastián. Los vecinos de Moalde trasladaron su fiesta, del 20 de enero, al 24 de agosto, e incluye una procesión templo. Años atrás también había una procesión de tractores antiguos.

MONTAZ

Montaz

Montaz / FDV

Una roca que permite sentarse y conocer la riqueza arqueológica

La parroquia silledense de Oleiros presume, y con motivos, de su patrimonio arqueológicos: Castro Montaz y Castro das Orelas, así como una docena de petroglifos y las mámoas de A Laxe y Chao dos Petos, de unos 4.000 años de antigüedad. La ruta de senderismo de Montaz permite descubrir lugares como el de la foto, una roca con un asiento natural que nada tiene que envidiarle al banco con las mejores vistas del mundo. 

FERVENZA DE SANTA MARIÑA

Fervenza de Santa Mariña

Fervenza de Santa Mariña / FERVENZA DE SANTA MARIÑA EN GRABA, SILLEDA

Una catarata que recobra importancia desde hace una década

La Fervenza do Toxa eclipsa a cualquier otra de la comarca, pero eso no impide que las demás tengan un encanto tremendo, como ocurre con la Fervenza de Santa Mariña, en la parroquia trasdezana de Graba. En 2020 Silleda remató los trabajos del proyecto de señalización y accesibilidad, de modo que ahora cuenta, además de un mirador, con paneles indicativos y el tramo de subida acondicionado. El mirador que mencionamos permite ver el inicio del salto del riachuelo Mosqueiros sobre el Toxa, y además da la opción de ver todo el monte de A Devesa. Para los que el guste el turismo industrial, cerca hay una antigua fábrica de luz.

FERVENZA DO TOXA

Fervenza do Toxa

Fervenza do Toxa / XPONTE

Caída en vertical a 30 metros y de igual belleza con un caudal mínimo

La catarata del Toxa forma parte del_Sendeiro do Deza, que lleva a otros enclaves como el monasterio de Carboeiro y la playa fluvial de A Carixa. El río nace a 600 metros de altura y su fervenza, entre las más altas de Galicia, impresiona tanto en pleno invierno (como en el de 2016) como en estos tiempos, en que discurre mínima. Cuenta con un mirador en la parte alta del valle, para contemplar el punto donde el Toxa se entrega al Deza.

ALTO DA MADANELA

Alto da Madanela

Alto da Madanela / BERNABE/ANA AGRA

Un alcance de 50 kilómetros en los días de buena visibilidad

En la parroquia cruceña de Carbia, el 22 de julio los fieles honran a Santa Madalena en el Alto da Madanela, a 650 metros de altitud y en una capilla que preside esta cumbre desde el siglo XIV. A escasos metros del templo podemos observar un cruceiro, y desde este enclave, en los días de cielos despejados se pueden ver localidades hasta a 50 kilómetros de distancia. La Serra do Faro y O Candán se ven desde aquí, pero también el Pico Sacro, a solo 15 kilómetros de Santiago, así como el valle que conforma el Ulla a su paso por el concello de Vila de Cruces. Como en buena parte de las cumbres que se precien, en A Madanela, en una de sus laderas, está localizado el castro A Eira dos Mouros. 

SERRA DO CANDÁN

Serra do Candán

Serra do Candán / Ernesto Vattolo / Rutea

Donde nacen los ríos Lérez y Umia y donde hay más de 50 alvarizas

La Serra do Candán se reparte entre Lalín, Silleda y Forcarei, con cumbres como el Alto de San Bieito (a 1.017 metros de altitud), el Monte Coco (a 969) o Chamor (a 815). Esta cadena montañosa incluida en la Red Natura 2000 alberga ejemplares de varias especies protegidas como el búho real, el gato montés, el lobo o el gato montés. En la Serra do_Candán nace el río Lérez y el Umia, y en sus laderas hay más de medio centenar de alvarizas, construcciones que preservaron las colmenas del ataque de los osos y que ahora podrían volver a ponerse en valor a través de fondos europeos. Parte de estas alvarizas se concentran en la zona de Chedas y Vilatuxe.

MONTE FARO

Monte Faro

Monte Faro / BERNABE/JAVIER LALIN

El punto con la mejor visibilidad de toda Galicia, según un estudio

La cumbre del Monte Faro está a 1.181 metros de altitud y está coronada por una capilla, la ermita de Nosa Señora do Faro, que celebra su romería el 8 de septiembre._La ermita pertenece a Chantada, y el monte ejerce de límite entre este concello lucense y Rodeiro. Decíamos que roza los 1.200 metros y supera, en visibilidad, a Peña Trevinca, que tiene 2.127 metros de altitud. Según un estudio del arqueólogo César Parcero, del CSIC, Monte Faro es el punto de la comunidad gallega que permite ver más superficie del territorio, gracias a que carece de vegetación y construcciones cerca. En invierno, como vemos en la foto, es la estampa más recurrida de Deza.