El éxtasis de los pecadores

Crítica de cine de Los pecadores

Una escena del filme dirigido por Ryan Coogler.

Una escena del filme dirigido por Ryan Coogler. / EPC

Carmen Villar

Carmen Villar

Hace solo tres años, Todo a la vez en todas partes demostraba que una película de género, más bien de géneros, podía llegar de favorita a los grandes premios y además ganarlos. El rocambolesco cóctel de artes marciales, viajes en el tiempo, psicoanálisis y conflictos familiares que la conformaba explotó como lo hacen los fuegos artificiales: expandiendo su estrella transgresora y gamberra en el horizonte del olimpo de las caras largas.

Sinners, presentada en España como Los pecadores, es otra película de género que va mucho más allá de los corsés estilísticos y de calidad que suelen asociarse a ese tipo de producciones y el resultado es mucho más impactante. Aunque la etiqueta “cine de vampiros” se cruza inevitablemente en su descripción, reducirla a lo que es casi un efecto colateral como motor de la trama, es ignorar que sus cualidades la convierten en una de las películas del año, al menos de lo que va de año.

“Sinners” fuciona como una chistera de mago de la que no salen conejos, sino todo tipo de animales fantásticos e imprevisbles. El entretenimiento está garantizado desde el minuto inicial al final, pero su director, Ryan Coogler, conocido por Black Panther y su secuela, no pretende solo que el espectador pase el rato; también aspira a conmoverlo, a explicar su mundo y a hacernos reflexionar sobre el papel de la música en la sociedad humana con una secuencia inolvidable que pone los pelos de punta y a la que también podemos referirnos, para el caso, como vídeo-clip.

Porque, si el despliegue visual es diverso y rico, lo mismo ocurre con el abanico temático: el racismo, la desconfianza hacia el extraño, la influencia de la condición socioeconómica en la vida, el papel de la familia, la insistencia en seguir un sueño… Todo está ahí, estrujando los tópicos hasta la originalidad, en 137 minutos de metraje, dos escenas poscréditos (imperdibles) incluidas. El tiempo pasa volando y está aprovechado al segundo. Que se lo digan a Michael B. Jordan, que interpreta a dos de los principales protagonistas. Otra audacia.

Sinners es una película total que demuestra que el cine de género es apto para reflexionar sobre lo más profundo sin perder el ritmo. Un espectáculo. Porque hasta los vampiros aman el blues.

Ficha

Dirección y guion: Ryan Coogler

Intérpretes: Michael B. Jordan, Miles Caton, Hailee Steinfeld, Wunmi Mosaku, Lola Kirke, Jack O’Connell, Peter Dreimanis.

Tracking Pixel Contents